Valencia en fallas: la pólvora

Valencia en fallas: la pólvora
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Si algo caracteriza las fiestas por estos lares levantinos es la pólvora. Si estás en Valencia en Fallas no podrás librarte de escuchar petardos y cohetes a cualquier hora del día. Andar sobresaltándose a cada paso por la calle es habitual, pero es que si no, no serían las Fallas.

Esos sonidos característicos y ensordecedores se hacen notar especialmente por las mañanas, con las despertás, no aptas para dormilones... La despertà es un acto especial para muchos falleros que comienzan así el día de fiesta, aunque a muchos vecinos y visitantes no les haga gracia... Las Fallas se han de disfrutar día y noche, así que a las 8 de la mañana... ¡petardos, cohetes y banda de música paseando por cada barrio de la ciudad!

Os aseguro que a veces no resulta nada grato después de una noche de fiesta, ¡pero es que no sería la misma fiesta sin despertás! Muchas veces tras el esfuerzo que supone para los mismos falleros y músicos pasear la despertá, se ofrece una chocolatada o un almuerzo para recargar las pilas... Muchos aprovechan después para seguir durmiendo hasta la hora de la mascletá.

Las mascletás son otra cita importante en estas fechas. Desde el primer día de marzo y hasta el día 19, San José, miles de personas llenan la plaza del Ayuntamiento y las calles de alrededor con el propósito de disfrutar de estas explosiones (nunca mejor dicho) de sonido y olor a pólvora.

Las mascletás son a las 2 en punto de la tarde, pero desde mucho antes la gente va llegando y la música popular valenciana ameniza la espera. Prestigiosas pirotecnias luchan por ofrecer el mayor estruendo y el mejor espectáculo. Carcasas, truenos, tracas, fuegos aéreos, "volcanes"... todo se combina para deleite del público asistente.

El balcón del Ayuntamiento es un punto privilegiado en el que se reúnen las caras conocidas y populares de la ciudad, junto a los invitados y a las falleras como protagonistas. Pero ese balcón abarrotado resulta un cómodo lugar en comparación con la aglomeración de gente que tiene lugar en la plaza y en las calles colindantes.

Aquellos que no gusten de multitudes, apretones, empujones y pisotones varios, que no se preocupen, pues aun desde otras calles menos concurridas el estruendo se hace notar casi en todo su esplendor, y el humo y el olor a pólvora también alcanzan varias decenas de metros a la redonda... De hecho, a mí me gusta más encontrarme un poco más alejada, y ello mirando también por la salud de mis tímpanos.

El momento final de la mascletá, el "terremoto", es realmente estruendoso, sobrecogedor y asombroso. Aunque me consta que hay gente que no entiende la emoción que en tantas personas suscita esta explosión, yo me encuentro entre las que se les pone la piel de gallina con los espectaculares finales de las mascletás.

Y, tras el estallido final, la tierra deja de temblar bajo nuestros pies y se produce la ovación del público. Desde aquí podrás buscar el vídeo de cada mascletá que están teniendo lugar estos días.

Pero si quieres disfrutar de la pólvora desde una posición más alejada, menos estruendosa y más colorida, quedan los castillos de fuegos artificiales. Estos fuegos se lanzan por la noche en el Paseo de la Alameda, y podemos coger un buen lugar junto al antiguo cauce del Turia para observar el espectáculo.

Castillo de fuegos

No hace falta tampoco situarnos demasiado cerca, así evitaremos tortícolis y que nos caigan restos del espectáculo venidos del cielo... Acudir a esta cita para disfrutar de la belleza efímera de estas palmeras de luz en la noche también se convierte en un rito colectivo.

A partir del 15 de marzo, 4 noches a la una de la madrugada se disparará el castillo de fallas en el que, como en la mascletá, también participan los pirotécnicos más galardonados internacionalmente. Un hermoso espectáculo que también suele acabar en aplausos si ha gustado entre el público. El más importante y espectacular de los castillos es el que se dispara el último, conocido como "La Nit del Foc" o "La Noche del Fuego".

Por último, nos queda ese olor a pólvora y el estruendo que se produce antes de llegar al momento cumbre y final de las fiestas, la cremá de las fallas. Para llegar a la culminación y que los monumentos ardan y purifiquen malos espíritus es necesaria una explosión de la traca que finaliza prendiendo la falla.

Pero aún queda tiempo para que llegue el final de la Fiesta... y mucho más por conocer de las Fallas.

Más información | Fallas.com Más información | Ayuntamiento de Valencia En Diario del viajero | Llegan las Fallas

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