Hace ya algunos años atrás habíamos hablado aquí en Diario del Viajero de la decisión, por parte de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos, de la instalación de air bags en los asientos de todas las aeronaves. Pues el plazo dado en ese momento se ha cumplido y, a partir del próximo 27 de octubre, los vuelos comerciales deberán contar con esta medida de seguridad.
Así, los asientos deberán estar en condiciones de resistir un impacto a 16 veces la fuerza de la gravedad de manera de evitar lesiones a los pasajeros en accidentes en los que puedan salvar sus vidas.
Claro, dado que el air bag se encuentra diseñado para evitar lesiones en la cabeza que llevan a la pérdida del conocimiento. De este modo, al evitar ese tipo de traumatismos, los pasajeros podrán evacuar el avión antes de que el fuego o el humo invadan la aeronave.
Pero si bien la noticia alegra en materia de seguridad, no es así en cuanto a lo económico dado que, se supone, con esta medida aumentarán los billetes. ¿Por qué? En primer lugar porque ello requiere la eliminación de algunas filas de asientos, por la instalación de los air bags cuyo sistema es bastante complejo y porque, una vez colocados, éstos deberán ser verificados cada 4.000 horas de vuelo y reemplazados cada 14 años.