Bienvenidos a Bollywood: el cine Raj Mandir de Jaipur

Bienvenidos a Bollywood: el cine Raj Mandir de Jaipur
2 comentarios
HOY SE HABLA DE

El cine en India es, más que una expresión artística como cualquier otra, un pilar básico de su cultura. Por eso, ningún viaje a este país puede considerarse completo sin una sesión de cine Bollywoodense; y si es en una sala como la del Raj Mandir de Jaipur, mucho mejor.

El cine Raj Mandir de Jaipur es el más grande, ostentoso y famoso del país. Sus grandes escalinatas, luces de colores y lámparas de cristal dotan al edificio de una majestuosidad que hace recordar los primeros años del séptimo arte, cuando el cine era todavía un Espectáculo (en mayúscula) al que el público acudía predispuesto a dejarse sorprender.

La imponente gran sala del Raj Mandir, con sus cientos de butacas y sus palcos decorados en tonos pastel, debería bastar para obligar al espectador a sumergirse en la película por completo… de no encontrarnos precisamente en éste país. Y es que, en la tierra de los maharajás, ni siquiera algo tan sencillo como ir al cine se hace “a nuestro modo” habitual.

Un film de Bollywood dura, de media, un mínimo de tres horas; un tiempo bastante largo desde nuestro punto de vista, pero mucho menor cuando a lo largo de la película no damos abasto para mirar a nuestro alrededor, a todos los espectadores que se han levantado de sus asientos para cantar, bailar y gritar a la pantalla como si los actores pudieran oírles.

Por eso, para un turista desconocedor de la lengua, entender o no entender lo que dicen los protagonistas pasa a ser un asunto de menor importancia. Al fin y al cabo, ¿quién tiene demasiado interés en saber lo que ocurre en pantalla mientras intenta sincronizar sus pasos de baile con el estribillo del último hit de Bollywood?

Si disponéis de poco tiempo, el Raj Mandir es un gran cine que os sorprenderá por su belleza y donde podréis disfrutar del cine de Bollywood como el espectáculo que es. A los que puedan permitirse alguna sesión más, les recomiendo contrastar la experiencia acudiendo a cualquiera de las pequeñas salas que pueden encontrarse en cualquier pueblo, donde el cine tal vez no sea tan elegante, ni el público tan educado (fumar y beber en las salas es algo bastante común) pero una cosa es segura: nunca queda un asiento libre.

Imagen | Nick Woodford
En Diario del Viajero | India: El Jantar Mantar de Jaipur, Rajasthán, la ciudad azul

Temas
Comentarios cerrados
Inicio