Cómo se coloca una mantilla española

Cómo se coloca una mantilla española
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El año pasado para esta época acompañé a una amiga a "aprender a colocarse la mantilla". Toda una experiencia nueva para mí, que nunca me había detenido a observar en detalle cómo se viste esta tradicional pieza. En Andalucía, donde vivo, es muy común que las mujeres usen mantilla en ocasiones especiales, como en bodas. Y especialmente para Semana Santa.

En las procesiones verás detrás de las imágenes a un grupo de mujeres vestidas de negro que marchan solemnemente "de mantilla". Mi amiga iba a participar en una de estas procesiones detrás de un paso de Semana Santa y acudimos a una "experta" (sevillana, ella) para que nos contara los secretos y nos enseñara. Es que para que una mantilla esté bien colocada se necesitan dos personas, y mi amiga me había elegido a mi para ayudarla.

La mantilla es el broche de oro de un atuendo elegante, sobrio, solemne y negro para ocasión de la Semana Santa, en que se viste una mantilla negra también. Si fuera para una boda o una cena de gala, la mantilla puede ser de otro color, por lo general es natural.

Primero se recoge el cabello y se coloca el peinetón que debe estar bien firme y alineado con el cuello y la espalda en postura erguida, y dibujar un perfecto ángulo de 90 grados con la coronilla.

Luego se coloca milimétricamente la mantilla de forma que ambas puntas queden a la misma altura (o sea que el resultado sea absolutamente simétrico), un poco por delante de los hombros y con suficiente vuelo para que cubra la parte delantera del peinetón por completo anclándola con multitud de hebillas invisibles al cuero cabelludo. La mantilla debería caer de forma natural y sin tironeos tanto en el frente como por detrás.

Luego se ajusta la mantilla a la base del peinetón por su parte posterior, con exactos pliegues simétricos dibujando un abanico, que se ajustarán con un broche que por lo general es una joya antigua. A partir del broche, la mantilla cae en pliegues por la espalda de la dama hasta un poco mas abajo de la cadera.

Parece sencillo. Pero no lo es. Sobre todo si quieres hacerlo bien la primera vez (que tal vez sea la última de tu vida) y frente al escrutinio de una sevillana experta en Semanas Santas.

Foto | Guijarro85 En Diario del Viajero | Semana Santa 2009: Granada en imágenes

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