Medina Azahara

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La noticia es que hoy se inaugura la Sede Institucional y Área de Gestión Integral de Medina Azahara. La sede está junto al palacio califal que fuera eje político del Al-Andalus.

La sede cuenta con un Auditorio donde se inicia la visita con un audiovisual de 15 minutos sobre la historia y trascendencia del complejo arqueológico, para pasar luego a la exposición de piezas únicas.

La muestra está integrada por 163 piezas originales, procedentes en su mayor parte de los fondos del yacimiento, todas ellas de extraordinaria calidad. Entre ellas, destacan el cervatillo, pieza excepcional de bronce

Medina Azahara es, sin embargo, una de las piezas menos conocidas y visitadas del patrimonio español.

Medina Azahara o Madinat al-Zahra es una ciudad islámica de 112 hectáreas de superficie. Fue mandada construir por el primer califa de al-Andalus, Abd al-Rahman III en el año 936 ó 940, como parte del programa político, económico e ideológico puesto en marcha tras la instauración del califato. Como residencia personal y sede del gobierno, la zona palaciega albergaba las viviendas de los dignatarios más importantes y el conjunto de los órganos administrativos del Estado, que fueron trasladados desde Córdoba.

Durante los reinados de Abd al-Rahman III y al-Hakam II, la ciudad se convirtió en la capital de al-Andalus y por sus salones desfilaron los embajadores procedentes de los países mediterráneos y de la actual Centroeuropa.

Entre los años 1010 y 1013, durante la guerra civil que puso fin al califato omeya, se inició su abandono y saqueo y sus restos se utilizaron como cantera para otras construcciones.

Madinat al-Zahra es considerada como una de las cumbres del arte islámico, tanto por su estructura y disposición urbana como por la diversidad de sus materiales, las soluciones arquitectónicas empleadas y la extraordinaria riqueza y calidad de sus programas decorativos.

Medina Azahara

En el conjunto arqueológico se identifican los siguientes edificios y construcciones:

Salón Rico o salón de Abderramán III

Era utilizado para la recepción de embajadas importantes, así como para celebrar las fiestas anuales de ruptura del ayuno y de los sacrificios, que tuvieron lugar en Medina Azahara entre los años 971 a 976.

Este salón está decorado con relieves en mármol en sus zócalos, seguido por relieves de distintos motivos hasta la típica cubierta de artesonado de madera.

Constituye la pieza maestra del conjunto arquitectónico que incluye el Jardín Alto. Ambos, el Salón y Jardín, forman parte de una misma concepción con fuerte simbolismo religioso y político, que tiene por objeto la magnificación del califa.

Casa de los Visires

La sala de cinco naves de la Casa de los Visires se abre hacia una ancha y elevada acera, desde la cual bajan unas escaleras hacia una gigantesca plaza cuadrada, hoy adaptada como jardín.

Durante mucho tiempo fue llamado “la Casa del Ejército” pues las medidas de la sala y de la explanada parecen aludir a funciones representativas. Sin embargo hoy se supone que el edificio estaba a disposición del personal encargado de la administración.

Muralla y puerta norte

La medina estuvo rodeada por una fuerte muralla, que constituye más un límite que un dispositivo militar estrictamente defensivo. Sólo ha sido excavado el tramo central de la muralla norte, construida con sillares de piedra caliza, como toda la ciudad. Al exterior se refuerza con torres rectangulares y en el interior presenta contrafuertes.

En el centro de esta muralla norte se abre una puerta donde existía un camino que conectaba Medina Azahara con Córdoba.

Mezquita Aljama

En la terraza inferior se sitúa la Mezquita Aljama. De planta rectangular, aparece orientada hacia el sureste y sus elementos básicos (patio, sala de oración y alminar) se organizan según el esquema característico del occidente islámico.

La sala de oración es de planta basilical, con cinco naves separadas por arquerías de herradura. Al noroeste se levanta el alminar, de planta cuadrada al exterior pero octogonal al interior.

En el lateral oriental del Jardín Alto, un pasadizo cubierto (sabat) permitía al califa desplazarse hasta su interior, salvando el desnivel de la calle con un puente del que solo restan sus arranques.

El suelo de la sala de oración estaba cubierto con esteras de esparto, algunos de cuyos restos aparecieron en la excavación.

Se construyeron una serie de habitaciones frente a la fachada principal de la mezquita, que tanto por la distribución y emplazamiento, se pueden identificar como una casa de limosna (dar al-sadaka).

Visitar Medina Azahara es un complemento ideal al paso por Córdoba para llevarse una imagen completa de la vida de aquel Al Andalus.

Fuente | Portal de Museos y Conjuntos Arqueológicos de la Junta de Andalucía. Fotos | jrgcastro y FerPer en Flickr

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