Los amantes del arte tienen la posibilidad de contemplar en Roma una exposición de pintura realmente única hasta el 13 de junio. En el Palacio Quirinal abre una muestra de gran impacto en el 400 aniversario de la muerte de Caravaggio.
Desde 1951 no se ha podido disfrutar de una exposición seria que reuniese gran número de sus obras y estas fueran realmente auténticas.
Y es que Caravaggio siempre ha estado rodeado de una gran polémica no solo por su breve y tumultuosa vida, sino también por la dificultad que existe todavía en determinar la autoría de sus obras, susceptibles de ser confundidas con otros artistas de su época que intentaban imitar su estilo. Incluso a penas al entrar en la exposición, sorprende la primera línea del panel informativo. Se asegura a los visitantes que encontrarán sólo obras auténticas de Caravaggio.
La muestra, que se abrió al público el sábado pasado en las Caballerizas del Quirinal - el palacio presidencial- y se trata de uno de los acontecimientos culturales más importantes del año en Roma.
El recorrido por la exposición está dividido en tres periodos, correspondientes a la peripecia vital de Caravaggio, que se distinguen por el color de las paredes de las que están colgados dlos cuadros: la juventud (verde), el éxito (rojo) y la fuga (gris).
De los 24 cuadros que componen la muestra, algunos de ellos provienen de diferentes colecciones del mundo: Ermitage de San Petersburgo, la National Gallery londinense, el Metropolitan de Nueva York, el Kunsthistorisches Museum de Viena o el Kimbell Art Museum de Fort Worth (Texas).
Se ha despertado un interés internacional por la muestra es enorme. Y justo regresa su obra a Roma donde Caravaggio pasó sus últimos años huido, tras ser condenado a muerte por un homicidio.
Sin duda estamos ante una exposición que tardará en ser repetida.
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