La Fuente de Neptuno en Bolonia: mitológica, erótica y estudiantil

La Fuente de Neptuno en Bolonia: mitológica, erótica y estudiantil
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Bolonia es "la docta", una ciudad de tradición universitaria recorrida cada curso por miles de estudiantes que sienten y viven la ciudad intensamente. Tanto, que al margen de la zona universitaria, las facultades, las bibliotecas, los museos, los cafés, hay tradiciones que marcan algunos rincones.

Hoy queremos aproximarnos a un lugar que sirve de punto de encuentro de los jóvenes en la ciudad y de incomparable marco fotográfico ara todo el que se acerca a él. La Fuente de Neptuno en Bolonia es un monumento que mezcla la mitología con motivos eróticos y con la leyenda de que aquel estudiante que la rodea dos veces en el sentido contrario a las agujas del reloj, aprobará los exámenes.

Estamos en un enclave del centro histórico de la ciudad, frente al Palazzo de Accursio, el Ayuntamiento, la Sala Borsa, el Palazzo Re Enzo, muy cerca de la Plaza Mayor y la Basílica de San Petronio. En la Plaza de Neptuno nos refrescamos y recargamos agua en la pequeña fuente que hay junto a la más grande, coronada por el dios del mar.

Neptuno es conocido afectuosamente como "il Gigante" por sus dimensiones: se trata de una imponente estatua en bronce del escultor manierista flamenco Jean de Boulogne da Douai, llamado Juan de Bolonia, tras no poder erigirla en Florencia.

Una fuente promovida por el Cardenal Legado de Bolonia Carlos Borromeo, el cual deseaba reordenar el área de la Plaza Mayor, con la ayuda del obispo Pier Donato Cesi. La estatua simbolizaba el auspicioso gobierno del papa recientemente electo, y tío materno de Borromeo, Pío IV y tomo como motivos principales los dioses de la Antigüedad, la mitología tan socorrida en el Renacimiento.

Detalle Fuente Neptuno Bolonia

Una fuente que sonrojaba

Pero, ¿por qué erótica? Hubo una época en que las señoras se turbaban al pasear frente al desnudo de Neptuno y hubo que colocarle unos pantaloncitos para ocultar sus "vergüenzas". Su autor quiso hacer los genitales más grandes, pero la Iglesia se lo prohibió.

Aun así, Juan de Bolonia logró que el pulgar alzado de la mano izquierda del dios pareciera un pene erecto asomándose por su entrepierna, observado el conjunto desde cierta perspectiva.

Además, bajo Neptuno regalándonos su perfil majestuoso encontramos otros detalles ornamentales con un toque erótico, figuras alegóricas de los cuatro grandes ríos que parecen fértiles ninfas ofreciendo beber de ellas, mojarse en ellas.

Más de algún comentario jocoso habrán desatado entre los estudiantes que aquí se acercan con el fin de realizar el rito de las dos vueltas a la fuente...

No sabemos si tendrá efecto o no, pero en pleno verano la Fuente de Neptuno nos recibe en más de una ocasión en nuestros paseos por Bolonia. Por ello, y aunque no es época de exámenes, por si acaso guardamos en la recámara unas mágicas vueltas a esta fuente mitológica, erótica y estudiantil.

Fotos | Eva Paris
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