Quizá suene mal eso de turistas de calidad, porque implica que entonces hay turistas que no lo son, pero en resumidas cuentas cada turista o viajero no es más que un número desde el punto de vista estadístico. Y cada turista vale lo que gasta, y las estadísticas dicen que un turista de calidad es un turista que gasta por encima de la media.
Un turista por tanto muy codiciado por todo el sector turístico, como lo son por ejemplo los turistas del colectivo gay, probablemente los más buscados en los últimos tiempos por hoteles, aerolíneas, ciudades, regiones, países... dado su alto poder adquisitivo y predisposición para viajar. Aunque no son los únicos, ya que ahora parece también que los minusválidos son un tipo de turista muy codiciado también por el sector, especialmente por aquellos agentes turísticos conveniente preparados para ellos.
Como es el caso de Cádiz, un destino turístico en el que el 51% de los hoteles que tienen más de tres estrellas en esa provincia presentan unos niveles altos de accesibilidad, por lo que aquellas personas con algún tipo de discapacidad, ya sea permanente o transitoria (y sean mayores de 65 años, niños, mujeres embarazadas...), son un público que cada vez interesa más como turista. ¿Y por qué son 'turistas de calidad'? Pues por lo de siempre. Porque este tipo de turista viaja en cualquier época del año, gasta por encima de la media del visitante nacional y busca, sobre todo, sol y playa. No se vayan a pensar que los hoteles allí son organización sociales. Pero bueno, está muy bien que esta gente que ya sufre en su día a día las trabas arquitectónicas en su ciudad de residencia pueda tener unas vacaciones accesibles.
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