Seguro que no soy la única que cuando viaja busca integrarse al máximo en la realidad que visita. Para ello tenemos iniciativas como la ya mundialmente conocida Couchsurfing, que nos permite alojarnos en casas de locales sin dar a cambio nada más que nuestra simpatía. Pues bien, hace unos días ha llegado a mi pantalla Workaway: una red social enfocada a que el viajero, además de integrarse, aporte su granito de arena para el bien de la familia que lo aloja.
Sí: podríamos definirlo como un voluntariado a medida. Y no habrán sido pocas las veces que, preparando viajes anteriores, me he vuelto loca intentando conseguir un voluntariado sin pasar por las trabas burocráticas y económicas que la mayoría de las organizaciones imponen.
Por lo que he podido tantear en los últimos días, Workaway nos lo pone mucho más fácil: nos registramos, buscamos el país a donde queramos viajar, miramos las ofertas, y cuando hayamos dado con una de nuestro interés, enviamos la solicitud directamente al anfitrión.
Las hay para todos los gustos: echar una mano en casa, dar clases de inglés en un pueblo, trabajar en una granja, ayudar en la cocina de un colegio... Las jornadas suelen ser de cinco horas, cinco días a la semana, y en todos los casos, el anfitrión se compromete a proporcionarnos alojamiento y comida.
Pero, sin duda, nos estará dando mucho más: la oportunidad de experimentar de primera mano lo que es vivir y trabajar en ese país. Suena bien, ¿verdad? Yo ya me he registrado, y ya tengo anotados siete posibles anfitriones a los que me gustaría visitar en los próximos meses.
Si todavía no tenéis planes para las vacaciones de verano, ¿por qué no probáis con Workaway? Una red social que nos permite probar una forma diferente de viajar, ayudando.
Imagen | Carmen
Sitio Oficial | Workaway
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