Diez poderosos motivos para conocer la Gran Barrera de Coral (seas submarinista o no)

Diez poderosos motivos para conocer la Gran Barrera de Coral (seas submarinista o no)
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A pesar de que había visto muchos documentales sobre la Gran Barrera de Coral, la primera vez que me dije que tenía que visitarla (y, si me atrevía, incluso calzarme el equipo de submarinista) fue tras leer el divertido libros de viajes de Bill Bryson En las antípodas. Bryson visita el lugar con un grupo de turistas, y enseguida se da cuenta que todos tiran la foto, miran unos minutos, y se iban. Bryson no acaba de comprender cómo el turista medio se comportaba de ese modo ante el que se dice que es el organismo más grande del mundo, uno de los ecosistemas más fascinantes del planeta, un lugar único que protegido por la Unesco.

Para los que no os decidáis a leer ese capítulo del libro, y en aras de incitaros a coger un vuelo a Australia y, sobre todo, os fijéis en todo lo que estaréis viendo cuando lleguéis allí, a continuación os vamos a presentar diez poderosos motivos para asistir al gran espectáculo de la Gran Barrera de Coral:

  1. Situado en el Mar del Coral, frente a la costa de Queensland al noreste de Australia, puede contemplarse desde el espacio porque tiene unos 2600 kilómetros de longitud. Parece un motivo baladí, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que muchos de los lugares que se dice que se pueden contemplar desde el espacio en realidad no se puede, como es el caso de la Gran Muralla China.
  2. Se considera el ser animal vivo más grande del mundo. Sin embargo, en realidad consiste en muchas colonias de corales.
  3. La Gran Barrera de Coral ha sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1981. Protección que impone unas medidas que, por ejemplo, prohíben anclar los barcos de recreo y desembarcar sobre los corales. Antes de llegar aquí conviene conocer las restricciones y recomendaciones para visitantes de la Autoridad del parque nacional, publicadas en su página web
  4. La biodiversidad aquí es tan extraordinaria que podremos hallar hasta 1800 distintas especies de peces, 125 de tiburones y más de 5000 especies de moluscos. Además de unas 400 especies de coral. 215 especies de aves (incluyendo 22 especies de aves y 32 especies de aves playeras) visitan el arrecife o en nidos o dormideros en las islas. Las islas de la Gran Barrera de Coral también tienen 2.195 especies de plantas conocidas.
  5. La tortuga verde, el pez payaso (sí, el de Buscando a Nemo), peces aguja, caballitos de mar, cocodrilos marinos son algunas de las especies que podremos contemplar si nos atrevemos a practicar submarinismo. Además hay otras especies en peligro de extinción, como el Dugongo, que es como un manatí pero su aleta caudal es bilobulada. Llega a medir 3 metros de longitud y a pesar más de 200 kilos de peso.
  6. Si no os atrevéis a bucear con todo el equipo, siempre podéis visitar el lugar con algún barco que permita contemplar el fondo marino. Otra opción a medio camino entre ambas es hacer snorkel. Para los dubitativos, a continuación tenéis lo que os estáis perdiendo si no os atrevéis a bucear.
  7. En Queensland la media de días soleados es de 300 al año, así que no tendréis la excusa del mal tiempo.
  8. La mejor manera de disfrutar de las maravillas naturales de la Gran Barrera es hacerlo en alguna de las islas-resort distribuidas por cualquiera de las tres líneas coralinas. Algunas islas se conservan prístinas desde el momento que el James Cook las pisó por primera vez en 1770. Como Angsana Great Barrier Reef, un boutique-resort sobre Palm Cove
  9. Los corales son especies muy sensibles a los cambios de temperatura del océano, de modo que, debido al calentamiento global, el lugar podría malbaratarse en poco tiempo. No en vano, los corales han disminuido a la mitad desde la década de 1980.
  10. El décimo motivo es solo visual. Dadle al play al siguiente vídeo.

Vía | Ojo Curioso

Foto | NASA, by MISR

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