Esta calle de París es tan famosa en Instagram que sus residentes, hartos, quieren restringir el paso
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Esta calle de París es tan famosa en Instagram que sus residentes, hartos, quieren restringir el paso

Instagram o cualquier otra red social donde podamos enseñar al mundo que viajamos y lo pasamos muy bien en nuestras vibrantes vidas reconfigura no solo la forma en la que organizamos nuestros viajes, sino que afectan a los lugares que adquieren el estatus trendy.

Eso es lo que le ha pasado a una colorida calle de París, Rue Crémieux. Es tan llamativa, queda tan bien si se pasan los filtros de Instagram por encima, que la gente acude en masa por el simple hecho de hacer lo que todo el mundo hace: enseñar que ha estado. Los residentes de la calle de marras están harto de tanto influencer y tanto instagramer y quieren cerrar la calle.

Rue Crémieux

Llena de pequeñas casas pintadas en tonos pastel, adoquines desgastados y ventanas con flores, esta calle peatonal cerca de la Bastilla se ha convertido en uno de los lugares más populares de Europa, con el hashtag #ruecremieux, que enlaza miles de imágenes.

Pero su popularidad está convirtiendo a Rue Crémieux en un infierno para los residentes. Hasta el gorro de influencers, raperos, aficionados al yoga y otros personajes, los residentes de la Rue Crémieux ya han tenido suficiente. La asociación de residentes de la calle exigió que la ciudad de París proteja su privacidad cerrando la calle a los visitantes por las noches y los fines de semana.

Aquí se celebran bodas, se graban performances, vídeos egocéntricos... de todo. Construidas a finales del siglo XIX para los trabajadores de la construcción, las casas son pequeñas y se abren directamente a un estrecho tramo de adoquines. No hay dónde esconder un gato, y mucho menos un equipo de filmación.

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Los residentes dicen que esto no importa realmente en un día normal, ya que el turista promedio es bastante tranquilo y respetuoso. Pero en las noches y los fines de semana puede llegar a ser insoportable. Es por eso que quieren que se instalen puertas en cada extremo de la calle.

Y no es un caso único. Varias calles parisinas pequeñas y peatones tienen barreras como éstas. Incluso Rue Crémieux lo hizo una vez, cuando era de propiedad privada, antes de ser comprada por la ciudad en 1969. El distrito local se ha dado hasta el verano para crear una solución viable para la aglomeración de influencers en la calle.

Lo más irónico de todo esto es que no fue hasta 1996 que los residentes decidieron pintar las casas de color amarillo, rosa, azul y naranja para distinguirse del monocorde gris de la ciudad. Curiosamente, tal como explica la periodista Charlotte Hervot en Twitter, no fue hasta 1996 que un residente de dicha calle decidió pintar la fachada de color amarillo primavera. Luego le siguieron el resto de vecinos, gustosos de dejar atrás el gris perla de la piedra caliza de París. En realidad, la calle de la capital francesa más retratada en las redes por su "encanto parisino" tiene poco de antigua ni de parisina.

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