Escenas familiares para entender el auge de los cruceros (contadas por cuatro cruceristas)

Escenas familiares para entender el auge de los cruceros (contadas por cuatro cruceristas)
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Una de las cosas que más le gusta a Saray cuando elige un crucero para ir de vacaciones es que va toda la familia junta. Esta crucerista casi profesional sabe de lo que habla. Con 27 años cumplidos, ya ha ido cinco veces de crucero a diferentes destinos. “La primera vez fue por las bodas de plata de mis padres. Vamos todos, incluidos mis sobrinos y los abuelos, y todo resulta más fácil para disfrutar juntos de unos días de descanso”.

A Laura, quien también eligió embarcarse en un crucero con Pullmantur como la mejor opción para reunir a toda la familia –incluidos sus hijos de 2 y 4 años–, le sorprendió la gran variedad de actividades que había para todos los que fueron de viaje. “Saber que la logística está toda planeada y resuelta y todo en el mismo sitio, es una de las ventajas de elegir unas vacaciones así”, reconoce.

Esther también abunda en esta idea: "Lo mejor de un crucero es que durante la estancia visitas lugares diferentes sin preocuparte ni por los desplazamientos ni por nada, y con la comodidad más absoluta. Tú llegas, dejas la maleta en el camarote y no te preocupas de más. Así que te has subido al barco en Barcelona, por ejemplo, y amaneces en Marsella o en Roma... sin darte cuenta. No puede ser más cómodo".

Entretenimiento para grandes y pequeños

Todas coinciden en que la diversión empieza desde el momento en el que se embarca con la bienvenida del capitán. “Resulta muy elegante y agradable”, recuerda Laura. Y continúa cuando se inicia la formación para el protocolo de emergencia. Al igual que ocurre cuando uno viaja en avión, la tripulación da indicaciones a los pasajeros sobre cómo proceder en caso de emergencia.

Capitan Crucero

Una vez cumplida con esta obligación, comienza la diversión. Se pueden realizar actividades todos juntos en familia, o cada uno elegir lo que más le guste. “A mis sobrinos les encantan los clubs pensados para ellos, donde tienen actividades durante todo el día”, cuenta Saray. Como ocurre en el espacio The Factory, de los cruceros de Pullmantur, dirigido a jóvenes de entre 13 y 17 años. Se trata de un espacio en el que pueden entablar nuevas amistades mientras crean música, arte, juegan al futbolín o las videoconsolas, o descansan en la zona chill out.

Mientras los niños están en las zonas habilitadas para ellos, como la trotanave, los padres disfrutan de un tiempo para ellos. De este modo, pueden ir a tomar una copa, a la zona para adultos, a yoga, al gimnasio, etc.

Para Laura, lo importante es que sus hijos se lo pasen bien mientras les cuidan en un espacio como Trotanautas, diseñado por expertos para que los niños aprendan, estén al tanto de temas actuales, como medioambiente, mientras disfrutan. Por ejemplo, en Pullmantur han diseñados seis retos semanales que hay que superar en familia tanto en el propio barco como en los diferentes destinos.

Mientras los niños pasan tiempo en las zonas habilitadas para ellos, como la trotanave (incluso pueden dormir en ella), los padres disfrutan de un tiempo para ellos. De modo que pueden ir solos a tomar una copa, a la zona para adultos (Atalaya 360º), a hacer yoga, al gimnasio, etc.  "Las instalaciones son increíbles, parece mentira que puedas encontrar todos los servicios inimaginables sin salir del barco", narra Paola.

No hay tiempo para aburrirse

Los adultos, por su parte, tampoco tienen tiempo para aburrirse. “Concursos de baile, talleres de cocina, cine, shows y hasta juegos de escape”, son algunas de las actividades que tienen preparadas para ellos según enumera Saray.

Familia Crucero

Esta crucerista también relata cómo en uno de sus viajes toda la familia se convirtió en parte del espectáculo del que disfrutan los pasajeros por la noche. “En unas vacaciones todos llevábamos la misma camiseta con el motivo de la celebración familiar por el que hacíamos ese viaje. Llamó la atención de la tripulación y nos invitaron a ejercer de animadores en alguna ocasión”.

La hora de la comida y de la cena son de nuestros momentos preferidos. Eliges lo que más te gusta, puedes variar los horarios según los peques y sus ritmos, y lo mejore es que hay personal disponible para ayudar si vas sola con ellos

Sentarse a la mesa es otro de los momentos que las cuatro recuerdan con cariño. “Cada día la comida es diferente y hay opciones para todos”, relata Saray, a quien le encanta que todo esté incluido y no te lleves ningún susto con alguna cuenta inesperada. Además, en el caso de Pullmantur, cuentan con la Gastrolab, una plataforma, capitaneada por el chef con tres estrellas Michelin Jordi Cruz, que han desarrollado para llevar a los clientes una experiencia gastronómica extraordinaria, que tiene raíces españolas pero es interpretada por sus chefs y servida por un equipo de sala totalmente profesional.

La hora de la comida y de la cena son de nuestros momentos preferidos. Elegimos lo que más nos gusta, podemos variar los horarios según los peques y sus ritmos, y lo mejore es que había personal disponible para ayudarte si iba sola con los niños. ¡Y ellos encantados!”, comenta Laura.

Al preguntarle por la escena que más recuerda de su travesía, Paola no lo duda: "La cena de gala, porque todo el mundo baja elegante y es un momento muy especial". De todos modos, recuerda todas las cenas con cariño, "teníamos siempre asignado al mismo camarero y sentíamos que eran personalizadas".

Espectaculo

Todas destacan el hecho de no tener que preocuparse por nada, incluido no tener que deshacer y hacer la maleta para ir de un sitio a otro. Cuando bajas del barco, “es una gozada ver los distintos lugares con la organización bien planeada y experimentar con los niños y el resto de la familia siempre algo novedoso”, explica Laura.

Casi ilimitadas también resultan para Esther las opciones de ocio: "Tras la cena, todos los días el espectáculo es diferente. Cine, discotecas, casino, clases de baile, fiesta en cubierta o quizás una copa tranquila en un saloncito o tumbada en una hamaca en cubierta escuchando el sonido del mar...".

Por su parte, Laura tampoco pierde la ocasión de recordar los buenos ratos que pasaron viendo algún espectáculo (El mago de Oz, en el caso de Pullmantur) o cantando en el karaoke, donde se sintieron “como estrellas por un día, mientras el resto disfrutaba bebiendo y bailando”.

Imágenes: Pullmantur

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