Cinco destinos para vivir la Semana Santa en México: Taxco

Uno de los atractivos turísticos más importantes que tiene el estado de Guerrero es la celebración de la Semana Santa en Taxco. Parte fundamental en su desarrollo lo constituyen las dramáticas procesiones donde las imágenes religiosas son acompañadas, a lo largo de las empedradas calles de la ciudad, por cofradías de penitentes encapuchados, vestidos de negro y arrastrando cadenas que llevan sujetas a sus tobillos.

El inicio de esta tradición, debida a la gran religiosidad profesada por los habitantes de este pueblo minero, data de 1598, aunque en los archivos de la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián se encuentran los registros de los primeros permisos otorgados por la Iglesia para celebrar una procesión del Cristo del Santo Entierro, en 1600. Desde 40 días previos a la Semana Mayor de Taxco, se realizan ceremonias con motivo de los Seis Viernes de Cuaresma, correspondiendo a cada parroquia un día: el primer viernes a Tecalpulco; el segundo, a Acamixtla; el tercero a Tehuilotepec y Taxco el Viejo; el cuarto a La Veracruz; el quinto, se lleva a cabo en Atzala; y, el sexto, en Paintla.

Monumento a la Semana Santa en Taxco

Los fieles de las distintas parroquias cargas las imágenes de 30 vírgenes hacia la plazoleta del templo de San Nicolás Tolentino, para iniciar de ahí el tradicional recorrido, que es conocido como la Procesión de las Vírgenes. Protegiendo a las vírgenes se alza la imagen de San Miguel Arcángel. La marcha se desarrolla en silencio absoluto, al constante toque de los tambores, y llevando velas encendidas. Muchas mujeres participan también mujeres penitentes que van descalzas y visten de blanco.

Uno de los momentos más sobrecogedores se vive la noche del Martes Santo cuando penitentes de uno y otro sexo, peregrinan divididos en tres grupos: encruzados, flagelantes, y ánimas. Los encruzados llevan el rostro cubierto con una capucha negra, un cinturón confeccionado con crin de caballo. Van descalzos, arrastrando cadenas, y el torso descubierto. Cargan un rollo de 2.5 m de largo compuesto por 144 varas de zarzas con espinas que pesa unos 50 kg. que maniatan sus miembros superiores y su boca y consiguen hacerles sangrar.

Los flagelantes cargan una cruz de madera de 3 por 2 m, un rosario en una mano y en la otra una disciplina hecha con crin de caballo y clavos con la que azotan sus espaldas, que lucen maceradas y ensangrentadas. Las ánimas caminan con la cabeza gacha y sendos cirios en las manos. Hombres y mujeres, cubiertos de negro, arrastran grilletes en sus pies.

Fotos | Turismo Taxco-Guerrero y Hotel Estelar En Diario del Viajero |

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