Hoy en día podemos reconstruir aquel mundo siguiendo las huellas que nos han dejado en esta zona: las ictitas.
Según nos cuenta Alonso Blanco en Dinosaurios sorianos: " las ictitas sorianas han sido lo suficientemente reconocidas y estudiadas como para que no sólo se haya diseñado una ruta para su visita, sino que, además, allí donde las laderas presentan diversas huellas, sus dueños han regresado en reproducción a tamaño natural para asaltar la añoranza del visitante."
Las comarcas de Cameros (La Rioja y Soria), Garray, Ventosa de San Pedro se integran en una ruta de observación sumamente interesante.
En Bretún, por ejemplo, se encuentra gran cantidad de huellas de los impresionantes Triceratops, que pesaban alrededor de 6 toneladas, y que están señaladas por una réplica de aquellos gigantes. Estas huellas de grandes carnivoros tienen la particularidad de tener 3 dedos de grandes dimensiones.
En otras localidades podrán encontrar este tipo de ictitas y otros más, ya que el antiguo valle era el eje de la vida de muchas especies de dinosaurios. En Santa Cruz de Yanguas y Villar del Río también podrán ver señalados los yacimientos por las réplicas de aquellos dinosaurios que nos permiten tomar escala real de lo que fue aquel mundo ya extinguido.