Hay lugares que, a primera vista, podrían pasar desapercibidos para la mayoría de turistas. Sitios que no figuran en postales ni en rankings de redes sociales, y que probablemente no encontraríamos en un folleto de agencia de viajes tradicional. Pero hay algo en ellos muy especial que atrapa a quienes saben mirar más allá del decorado superficial.
Porque a veces, lo verdaderamente asombroso está escondido en lo que parece un simple agujero en el suelo. Un lugar donde la tierra se abre para mostrar no solo su geología, sino también un espectáculo natural que desafía nuestra comprensión.
Eso precisamente es la Sima de Alcorón, una maravilla subterránea enclavada en el Parque Natural del Alto Tajo, en la provincia de Guadalajara. Su apariencia exterior es modesta: una cavidad en el terreno, casi disimulada entre pinares y jaras. Pero basta acercarse con curiosidad para entender que estamos ante una formación geológica que es en realidad una maravilla natural que ofrece una experiencia única y extremadamente sensorial.
Sima de Alcorón: un tesoro escondido en las entrañas del Alto Tajo
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Con una profundidad que ronda los 63 metros repartida en dos secciones y un diámetro aproximado de 20 metros, esta sima es una cavidad vertical de origen kárstico, esculpida por la disolución de las rocas calizas durante miles de años. A diferencia de muchas cuevas tradicionales que requieren largos recorridos horizontales, aquí la exploración es directa y vertical, accesible por escalones de piedra y barandilla.
Al bajar la primera parte, se llega a una superficie de unos 20 m. de diámetro. Si se tiene la suerte de estar allí un día soleado, y el momento justo coincide con el mediodía, se puede presenciar un fenómeno tan bello como inesperado: un haz de luz que atraviesa la sima desde su boca hasta las profundidades. Este efecto, casi místico, ocurre por la alineación vertical del sol justo sobre la abertura y por la humedad y limpieza del aire en esa zona protegida, sin contaminación lumínica ni partículas en suspensión. La luz se comporta como una columna tangible que desciende al centro de la tierra, provocando un espectáculo impresionante, al mejor estilo "Indiana Jones".
La segunda sección baja hasta el fondo de la cavidad a través de unas escaleras de hormigón. En su punto más bajo se encuentra una represa que los habitantes de la zona utilizaban para conseguir agua.
Más allá de su atractivo visual, la Sima de Alcorón es también un microecosistema que alberga fauna adaptada a la penumbra y una vegetación sorprendente en su fondo, alimentada por la humedad y protegida del viento. A nivel científico, es un punto de referencia para estudios geológicos y climáticos, debido a sus estratos bien conservados y a la temperatura casi constante que mantiene a lo largo del año.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta antes de visitarla
Para visitar este rincón tan especial, hay que dirigirse al pequeño municipio de Alcorón, en Guadalajara. Desde allí, una pista forestal en buen estado (aunque recomendable para vehículos altos) conduce hasta las inmediaciones de la sima. El acceso está señalizado y cuenta con una barandilla de protección, pero no hay una infraestructura preparada para recibir una gran cantidad de visitantes.
Tal y como menciona @mochileandosobreruedas en su reel, es recomendable llevar un abrigo ligero incluso en invierno, ya que en el interior la temperatura baja significativamente. También una linterna, agua, calzado adecuado (el terreno puede ser resbaladizo), y, sobre todo, una actitud contemplativa para disfrutar de este sitio lleno de encanto y misterio.
Imagen | Perfil de Facebook de la Oficina de Turismo de Sacedón