Doce cuadros del Museo Thyssen que inspiran un viaje (y III)

"Habitación de hotel" de Edward Hopper

Finalizamos esta visita especial al Museo Thyssen-Bornemisza con la contemplación de cinco cuadros más que nos inspirarán un viaje.

Paisaje idílico con la huida a Egipto, Claudio de Lorena

No todos los viajes son por placer, de hecho antes del siglo XVIII podría decirse que ninguno lo era. Y muestra de ello es la temática de este cuadro de temática religiosa, pero que podríamos resumir a una palabra: exilio. La huida a Egipto, narrada en el Evangelio de Mateo, estuvo motivada por la aparición en sueños de un ángel a José, quien emprendió la marcha junto a la Virgen María y el Niño Jesús para evitar la orden de Herodes de asesinar a los varones recién nacidos.

Esta trágica historia, como lo es cualquier exilio, contrasta con la belleza armónica del paisaje de este cuadro pintado por Claudio de Lorena en 1663, quien es reconocido grandes representantes del paisaje clásico.

Rincón de una biblioteca, Jan van der Heyden

Podría parecer simplemente una habitación llena de objetos. Pero si nos fijamos y reconocemos los dispares orígenes de los cachivaches que se acumulan en este lugar, podremos ir más allá. ‘Rincón de una biblioteca’ podría ser uno de los primeros testimonios del choque de culturas que se vivió en el siglo XVIII cuando las distancias entre contenientes ya no parecían tan lejanas.

Lanzas aborígenes, tejidos orientales, una esfera terrestre, un libro de mapas… Todo junto en un mismo sitio, como muestra de interacción entre culturas lejanas, ¿sería un precedente de lo que después llamaríamos globalización?

Los Argonautas abandonan la Cólquida, Ercole de’ Roberti

La siguiente obra, realizada en una pequeña tabla que en su día formó parte de un arcón nupcial, nos muestra una de las historias de la mitología griega más conocidas, la de Jasón y los Argonautas. Concretamente, la pintura ilustra el momento en que Jasón deja la Cólquida junto a Medea, quien traicionó a su padre, el rey Eetes, y a su patria para ayudar a su amado a conseguir su objetivo y después fugarse con él.

El de Jasón es el viaje del héroe que tantas veces viviríamos con pasión a través de otros protagonistas y otras historias en la literatura universal. Un viaje iniciático en el que el héroe, tras superar una serie de pruebas y obstáculos que le harán poseedor de nuevos conocimientos, conseguirá su objetivo y será reconocido por su valía.

Las cataratas de San Antonio, Alto Mississippi, Henry Lewis

En esta obra, Henry Lewis retrata un panorama del río Mississippi y sus cataratas de San Antonio con una minuciosidad algo naif con la que representa la topografía del lugar. No en vano, Lewis recorrió en una barcaza el Mississippi para estudiarlo y componer varias obras como esta y otras de gran formato que exponía para goce del público que estaba fascinado por las historias del Lejano Oeste.

Es curioso ver que en este cuadro aparecen tanto indios como occidentales contemplando las cataratas, pero aún sin verse entre sí. El indio, de detallada vestimenta y plumas, aparece en primer término, mientras que los occidentales están más atrás.

Habitación de hotel, Edward Hopper

Y me reservaba para el final uno de los cuadros que más me gustó en esta visita de Priceless Madrid, no sólo por la obra en sí sino también por su misteriosa significación que tanto tiene que ver con la temática viajera de este blog. Y es que para Hopper el viaje fue un tema recurrente en su obra, llegando a decir: “Para mí lo más importante es la sensación de tránsito. Uno es consciente de la belleza de las cosas cuando viaja”.

Tal era su espíritu viajero que en 1925, Edward y su mujer Jo se compraron un coche de la marca Dodge y viajaron por todo Estados Unidos, recopilando lugares típicos como gasolineras, estaciones de servicio, bares de carretera o moteles, que serían objeto de sus obras. Se dice que Hopper es el pintor más cinematográfico, y la verdad es que ese encanto kirsch de la América clásica se le puede deber tanto, o más, a él que al mismísimo Hollywood.

Situarnos frente a ‘Habitación de un hotel’ es una experiencia única que nos hace preguntarnos a dónde iría esta chica. Por las maletas sin deshacer y su gesto tenso leyendo lo que se sabe que son horarios de autobuses, deducimos que no está haciendo precisamente un viaje de placer. ¿Huye de algo esta chica? Os invito a imaginar su historia.

¿Qué os ha parecido la visita? Totalmente priceless.

Fotos | Álvaro Onieva En Diario del Viajero | Doce cuadros del Museo Thyssen que inspiran un viaje (I) En Diario del Viajero | Doce cuadros del Museo Thyssen que inspiran un viaje (II)

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