Dominic pasó su infancia entre los muros del castillo que fue erigido en el año 1.212 por caballeros teutónicos en las inmediaciones de la ciudad de Brasov.
A principios del siglo XX, los habitantes de la ciudad ofrecieron el castillo a la Reina María de Rumania, abuela del mismo Dominic von Habsburg. Con el tiempo el gobierno desposeyó a la familia de sus propiedades y no ha sido hasta ahora, cuando la familia ha conseguido, tras muchas disputas, nuevamente la titularidad del castillo.
El castillo de Drácula hoy en día convertido en atracción turística es uno de los reclamos más visitados de Rumania. Si la sangre de Drácula ha vuelto a casa, sin duda, eso va a ser un nuevo reclamo turístico para el país!
Vía | Canal RCN