Guía básica de las Islas Azores (III)

Isla de Pico, Azores

Vamos a continuar el recorrido virtual por las Islas Azores que iniciamos hace unas semanas. Hemos hablado de su ubicación, su historia, su clima y cómo llegar a ellas. Hemos dado un pantallazo a 3 de sus islas: Santa María, San Miguel y Terceira. Y hoy vamos a seguir conociendo a las Azores.

Islas Azores: Pico

Una isla con historia e historias. Leyendas y cuentos que hablan de balleneros y cachalotes gigantes, de siglos en que la fe levantaba tantas iglesias por aquí. De pueblos que parecen dormidos en esas leyendas: Lajes, Sao Roque, Madalena.

Algo de todo aquello puede revivirse en dos pequeños museos que cuentan el pasado ballenero de la isla de Pico. Una isla que ha sabido domar la fiereza de su tierra volcánica para labrar en círculos y hacer producir allí sus viñas. El paisaje único de sus viñedos ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El perfil de la isla está dominado por el cono volcánico del Pico de 2.351 metros de altura. Su tierra está llena de maravillas naturales como las profundidades de sus galerías de lava, de las más extensas del mundo y que pueden visitarse.

Isla Graciosa, Azores

Islas Azores: Graciosa

La pequeña y verde Graciosa encierra paisajes para no olvidar. Sus costas recortadas, las laderas pobladas de viñas y su interior invitan a pasear. Uno de los paseos imperdibles es hacia la Furna do Enxofre para meternos en el cráter de un antiguo volcán extinguido y su misteriosa laguna subterránea.

Las calles de casas blancas del pueblo de Santa Cruz están como dormidas en el tiempo. La iglesia matriz conserva paneles pintados del siglo XVI, como magníficas muestras de arte portugués. Un escenario ideal para unas vacaciones a ritmo lento, dejando pasar el tiempo y disfrutando del buen clima y la mejor mesa. El menú debe incluir los vinos blancos y tintos de Graciosa, acompañando el pescado fresco para terminar con los dulces locales.

Faja do Ouvidor, San Jorge, Azores

Islas Azores: San Jorge

Esta isla parece un barco estrecho y largo sobre el gran océano. Sus costas acantiladas y su interior verde hacen el lugar ideal para los amantes del senderismo y las vacaciones en la naturaleza. Los caminos serpentean por arboledas y sierras como la del Topo para luego bajar hacia sus pueblos pegados al mar, allá abajo. Faja de Santo Cristo, Faja dos Cubres o Faja do Ouvidor son algunos de ellos.

El interior ofrece muchas oportunidades para acercarse a las tradiciones y artesanías de la isla: fábricas de queso (los famosos quesos de la isla), talleres de tejidos donde conseguir mantas y colchas de diseños heredades por generaciones. San Jorge esconde algunos secretos que podemos imaginar al ver, por ejemplo, la torre de una iglesia sepultada por antiguas erupciones volcánicas.

Faial, Azores

Islas Azores: Faial

Cosmopolita y vibrante. Faial nos reencuentra con el vértigo de la ciudad, de la fiesta y el ambiente internacional y extrovertido de los grandes puertos. En Horta, por ejemplo, tendremos el trajinar de todo tipo de barcos que se acercan a su puerto desde todos los mares. A corta distancia, podemos perdernos por sus calles de casas blancas y rojos molinos.

Desde aquí parten también los barcos de observación de mamíferos marinos que abundan en sus aguas gracias al alimento de las corrientes que circundan estas islas. Faial es una de las islas más buscadas por los amantes del submarinismo por la riqueza de sus subsuelos. En agosto se lleva a cabo una original competición: en la Semana del Mar se enfrentan canoas balleneras en una carrera frente a sus costas.

Queda mucho de las Azores por conocer. Nuestro paseo continuará en breve.

Fotos | Zé Pinho, Giam, Eric-Pc y Andres Rueda En Diario del Viajero | Guía básica de las Islas Azores (I) En Diario del Viajero | Guía básica de las Islas Azores (II)

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