El clima no es exageradamente frío a finales de octubre, incluso uno no puede descartar pegarse un baño, pero el estado del mar puede complicar bastante las comunicaciones entre islas, hasta el punto que en ocasiones obliga incluso a recurrir a un helicóptero para abastecer a los habitantes. Aunque el verano tampoco es ninguna garantía en este sentido, puesto que en pleno agosto una pequeña tormenta puede dejarnos atrapados en una de las islas durante días.
En verano suele ser complicado conseguir alojamiento, y en invierno sería lo más fácil del mundo si no fuera porque muchos establecimientos permanecen cerrados. En este caso, habrá que recurrir al alquiler de habitaciones en casas particulares. Los servicios en todas las islas son bastante básicos, más próximos al turismo rural que al de playa, y en la mayoría de establecimientos encontraremos un agradable trato informal.
La principal ventaja de la orografía de las Eolias es que los desplazamientos entre islas, que tienen contacto visual entre ellas, son relativamente rápidos incluso con los aliscafos, los pequeños barcos que se encargan de mantener las islas en contacto permanente. La gran desventaja es que todo ello depende exclusivamente de la situación del mar, y en ocasiones un corto trayecto con el mar agitado puede llegar a parecer una eternidad.
Poca información se puede encontrar sobre las Eolias a nivel oficial. Algunas páginas donde podéis encontrar más información que os pueden ayudar son La Sicilia, Shine Sicily o Isole Eolie.