Museo Marmottan de París, descubriendo a Monet

Lejos de los circuitos turísticos más típicos de París se encuentra el Museo Marmottan Monet, un encantador lugar que alberga grandes tesoros en su interior, acogiendo la mayor colección de obras del impresionista Claude Monet así como de otros pintores.

El museo se emplaza en un barrio clásico parisino, muy tranquilo, donde apenas vemos turistas. Podemos llegar a él en el metro con las líneas 9 o 10 bajándonos en la estación La Muette o dando un paseo desde Trocadero o la Torre Eiffel, ya que están a unos dos kilómetros de distancia. El Marmottan no es el concepto de macro-museo del Louvre, ni siquiera es una gran exhibición como Orsay o Pompidou, los grandes museos de la ciudad, pero en mi opinión el Marmottan merece tanto o más la visita.

Gracias a la donación que hizo en 1966 Michel Monet, hijo del pintor, este antiguo pabellón de caza alberga obras clave del movimiento impresionista, entre las que destaca Impresión, Sol naciente, la obra de Monet que dio nombré al movimiento artístico. Un auténtico espectáculo pictórico.

Además de Impresión, Sol naciente sugerimos otras obras de Monet como algunas de sus Nympheas, o las vistas de la Gare Saint Lazare de París o el House of Parliament de Londres. Acompañan al pintor otros nombres del impresionismo y post-impresionismo como Degas, Manet, Renour, Sisley, Pizarro, Signac y Gaugin, haciendo muy completa y específica la oferta del Marmottan. Se incluyen obras también de Berthe Morisot, a quien actualmente se le dedica la exposición temporal, quien fuera esposa de Manet y alumna de Corot.

Además hay dos colecciones menores, ajenas al impresionismo, una con manuscritos y pinturas de la Alta Edad Media y el Renacimiento, y la otra sobre el Primer Imprerio.

El museo abre de martes a domingo, en horario de 10h a 18h, pero los jueves podremos estar en él hasta las 20h. La entrada son 10 euros, aunque si sois grandes apasionados de Claude Monet os recomendaría comprar el ticket combinado que, por 18 euros, os permite además entrar a la Fundación Monet de Giverny y ver la casa que tenía el artista a las afueras de la ciudad para retirarse a pintar.

El Marmottan es pequeño y podremos recorrerlo en poco tiempo, una hora o dos, depende del tiempo que el viajero quiera pararse ante las obras allí expuestas. Y a decir verdad, vale la pena quedarse bastante tiempo sumergiendo la vista ante los paisajes de Monet aun a riesgo de sufrir el síndrome de Stendhal.

Foto | Sailko, Wikipedia Sitio Oficial | Museo Marmottan Monet En Diario del Viajero | Museo de Orsay, París En Diario del Viajero | Siete pinturas para un viajero (y dónde verlas)

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