Bueno, a ver cómo lo contamos...
Un cóctel extraño: por un lado, un operador turístico alemán se ha "especializado" en el llamado turismo sadomasoquista. Tiene a Canarias dentro de su oferta de destinos y quiere desarrollar esta modalidad allí.
Sumamos a esta mezcla a los empresarios locales que han visto la "veta" ya que los turistas alemanes llegan de todas formas a Canarias y entonces... ¿porqué no proveerles los servicios que requieren?
Si agregamos que dentro de poco hay elecciones locales en la isla de Fuenteventura... bueno, ya tenemos todos los ingredientes para la polémica. Podríamos plantear muchas preguntas: ¿se puede regular lo que haga un turista dentro de las instalaciones de un hotel que se preste? ¿Conviene a un destino turístico estimular este tipo de demanda? ¿Se puede permitir un ayuntamiento perder una demanda concreta de turistas? ¿Si no es allí, será en otro lugar? ¿Cómo reaccionará la demanda actual de este sitio? ¿Todo vale para recibir ingresos turísticos mientras, como dijo un encargado del área turística, "nadie vaya con un látigo por la calle"?
Vía | ABC.es