Los expertos coinciden, una vez más, en que este verano podría volver a romper récords de temperatura, una previsión que ya no sorprende, pero que obliga a replantearse cómo y dónde pasar los días más calurosos del año. Es el momento perfecto para buscar esos llamados "refugios climáticos", lugares que no solo alivian el calor, sino que también ofrecen una pausa para el cuerpo y la mente. Mientras muchos optan por escaparse al norte, otros prefieren opciones más cercanas y asequibles donde reconectar con la naturaleza y recargar energías.
En ese sentido, pocas experiencias resultan tan reparadoras como sumergirse en una poza natural: el agua clara y fresca, el sonido de la naturaleza y la ausencia total del bullicio urbano crean una desconexión difícil de encontrar en otros entornos.
Y uno que destaca por su belleza serena y su buena ubicación, está en la provincia de Ávila. Hablamos de de Charco Verde, una joya escondida por todo lo que ofrece: un baño con agua realmente fresca con unas vistas privilegiadas a la Sierra de Gredos.
Charco verde: una joya escondida entre pinos y granito
Charco Verde se ubica en las afueras de Guisando, un encantador municipio abulense situado a poco más de una hora de Ávila capital. Merece la pena comenzar el día recorriendo sus calles, ya que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico gracias a la cuidada conservación de su arquitectura tradicional. Sus casas de piedra, estrechas callejuelas y rincones llenos de encanto invitan a pasear sin prisa y a disfrutar del sosiego que transmite este pueblo.
Tras visitarlo, es momento de ir a la poza. Esta está formada en un tramo del río Pelayo, que se encajona entre rocas graníticas, creando un remanso de agua verde esmeralda, totalmente cristalina y realmente fría. Aunque en verano se convierte en un destino demandado, sigue siendo un rincón poco masificado, especialmente entre semana. El entorno invita a quedarse: hay zonas donde extender una toalla sobre la roca caliente, árboles que ofrecen sombra y agua suficientemente profunda para nadar.
Cómo llegar y qué tener en cuenta antes de visitarlo
Para disfrutar al máximo de Charco Verde, lo mejor es salir temprano y planificar la jornada como una pequeña excursión. Para llegar de Madrid a Guisando en coche, la opción más directa es tomar la A-5 en dirección a Badajoz hasta Talavera de la Reina. Desde allí, se continúa por la N-502 en dirección a Arenas de San Pedro. Una vez en Arenas, solo quedan unos minutos por la AV-925 hasta llegar a Guisando. Desde allí, se debe tomar la carretera del Cámping hasta la zona de aparcamiento (que es bastante grande).
El calzado cómodo es imprescindible, especialmente para moverse con seguridad entre las rocas dentro del agua. No hay servicios ni chiringuitos en la zona, por lo que conviene llevar agua, algo de comida y protección solar. También es recomendable llevar una bolsa para recoger todos los residuos, ya que se trata de un entorno natural sin vigilancia, y su conservación depende del cuidado de quienes lo visitan.
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