El acuerdo inicial establece un presupuesto de 130 mil euros para el desarrollo de un prototipo que "detecte sensaciones, comportamientos y prioridades de los turistas", y que permita al mismo tiempo el intercambio de información e impresiones entre ellos.
Lo cierto es que no sabemos cómo puede un teléfono móvil detectar las "sensaciones", pero suena bastante bien y en caso de llegar a realizarse abriría un campo muy amplio a las aplicaciones turísticas de la tecnología.
Vía | Finanzas.com