No a las bolsas de plástico

El próximo 23 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra y seguramente se escucharán muchas buenas ideas, propuestas, grandes planes, mega proyectos y declaraciones políticas llenas de "buenas intenciones".

Aportar a la solución del problema de la degradación de nuestro planeta está en nuestras manos. Hoy quiero sumar un granito de arena que puede contribuir a que podamos legar un planeta en mejores condiciones a nuestros hijos y nietos.

El tema de las bolsas de plástico. No es un tema menor aunque lo parezca frente a grandes desafíos globales. Pero ésto sí está dentro de nuestras posibilidades. Ya sea en el consumo diario en casa, o cuando salimos de viaje, reconozcamos que todos hacemos un mal uso de las bolsas de plástico que nos entregan en comercios y que, después, no tienen otra finalidad más que terminar en la basura.

Muchos países ya tienen regulaciones que prohiben la entrega de bolsas plásticas finitas (de ésas que se rompen con sólo mirarlas) y aplican impuestos a las bolsas un poco más resistentes.

Estas bolsas son muy poco reciclables (sólo un 1 a 4% del tota). En el mejor de los casos, terminan en el contenedor de los plásticos. Pero todos las usamos para los residuos orgánicos. Y miles terminan por ahí, volándose por la calle (tapando los alcantarillados) o por la playa (llegando a ríos y mares y afectando directamente a especies animales y vegetales).

¿Podemos colaborar cuando estamos de viaje? Pues claro. Una idea simple simple puede ayudar a reducir el número de bolsas de plástico que usamos, muchas veces innecesariamente, y así disminuir el volumen de "basura plástica" global.

En cualquier lugar que vayamos de visita, encontraremos seguramente una bolsa de tela o tejido artesanal en mercados populares o tiendas de souvenirs. Obtener una de ellas al principio del viaje puede contribuir a :

a) tener un recuerdo de la artesanía local b) contribuir a las microeconomías de la comunidad que visitamos c) evitar el uso de bolsas plásticas cuando, por ejemplo, compremos algo de comida para el viaje

Después de todo no pensamos llevarnos todas esas bolsas plásticas de regreso a casa, ¿verdad? Terminan casi indefectiblemente en la papelera del hotel.

En manos de todos, en casa o cuando estamos de viaje, está el contribuir a que nuestro planeta tenga un mejor futuro.

Vía | National Geographic Trendencias |El bolso que no es de plástico

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