Descubriendo las cuevas de Eslovenia I: Postojna

Pese a ser un país relativamente desconocido, Eslovenia es un país muy atractivo para el viajero. El verano pasado, durante la visita que hice por allí, pude iniciarme en una nueva afición de turismo deportivo, la espeleología. Hoy os voy a hablar de una de las más fascinantes grutas de este país, descubriendo las cuevas de Eslovenia en Postojna.

Tras recorrer la pequeña y acogedora capital de Eslovenia, Liubliana, decidí adentrarme en un mundo hasta ahora desconocido para mí, el de la espeleología. Eslovenia está repleta de cuevas. No en vano, la única palabra que han exportado a nuestro lenguaje es “karst” que nosotros derivamos a “kárstico”. La palabra procede del Carso, región donde se encuentran las cuevas de Postojnska.

La cueva de Postojna

“Postojnska Jama” es el conjunto de cuevas más grande de Eslovenia. Consta de tres cuevas visitables: Postojna, de la que os hablaré hoy y Pivka y la Cueva Negra que visitaremos en un próximo artículo sobre Eslovenia.

Postojna es una de las cuevas más visitadas y grandes del mundo, y según me comentaron algunos experimentados viajeros con quienes coincidí, una de las más bonitas. Su entrada tiene como particularidad que está bajo un bonito castillo, el castillo de Predjama.

La parte visitable de la cueva que se realiza caminando tiene aproximadamente 1 kilómetro de longitud. Además hay otros 19 km visitables en la cueva pero esa otra parte se visita en tren. La entrada cuesta en torno a 20 euros y dura un poco más de hora y media. El precio incluye la visita guiada por la cueva, el casco y el tren.

Postojna es una cueva muy particular. Consta de muchas cámaras de distintos colores; las hay rojas, negras y blancas, debido a los distintos minerales que componen las rocas. Las rojas son por la forma oxidada del hierro con el carbono, las negras por el potasio y las blancas por el calcio.

Esto provoca un efecto sorprendente, porque después de observar una cámara blanca, pasas a una negra y crees que estás en una cueva totalmente distinta, aunque sigas en la misma. Los eslovenos, de hecho, bromean con eso, y dicen que las estalagmitas son helados de distintos sabores. Estos colores son únicos, no se ven en ningún otro lugar del mundo.

Otra particularidad es su fauna. Aunque sea difícil de ver debido a la oscuridad y a su pequeño tamaño, en la cueva de Postojna vive un animal único, el Human Fish o Proteo. Su nombre científico es Proteus anguinus, y es un pez capaz de vivir 100 años. Su secreto es bombear su sangre muy despacio, a un ritmo de un latido por minuto. Además del proteo, en Postojna hay más de 83 especies autóctonas, entre murciélagos, ratones, arañas, etc.

Postojna también es una cueva muy interesante por la extensión de su recorrido. Durante casi dos horas andando, da tiempo a ver muchas formaciones geológicas, entre ellas todo tipo de estalactitas. Además el recorrido está arreglado de forma que sea muy fácil visitar las cuevas y no hace falta reptar ni deslizarse por ningún sitio. Por ese motivo hay muchos visitantes, especialmente en fines de semana.

Si queréis visitar la cueva más famosa de Eslovenia, y disfrutar de una experiencia inolvidable viendo estalactitas de colores, os recomiendo esta visita a las cuevas de Postojna. No se permiten realizar fotos para proteger las cuevas y sus animales. Como en todas las cuevas, está húmedo y hace fresco, así que no olvidéis un buen jersey.

Si pasáis por Eslovenia, no dejéis de aprovechar el viaje para tratar de descubrir la experiencia de probar la espeleología. Disfrutaréis visitando la cueva de Postojna, que sin duda os merecerá la pena, porque no hay otra cueva así en el mundo.

Imágenes | Wikipedia commons, danielthornton y dokiai
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