Covent Garden, un lugar fantástico e insólito en el que perderse (salvo en hora punta)

Sin temor a equivocarme, creo poder afirmar con rotundidad que Covent Garden, probablemente, sea una de las localizaciones más visitadas de Londres. Se trata de un antiguo mercado cubierto con un gran patio central rodeado por un montón de soportales sobre los cuales se asoman tiendas de distintos tamaños donde venden productos insólitos, so british!

Cuando llegas a Londres es una de las visitas de obligado cumplimiento, por lo que suele ponerse hasta la bandera. Sobre todo en hora punta - que viene a ser a eso de los 18,00 h. Y es que todo el mundo quiere ver, en vivo y en directo, el lugar donde se rodó la escena de la película My Fair Lady, en la que el profesor Higgins se encuentra con Eliza Doolittle al ir a coger un taxi a la salida de la ópera.

Pero cuando vives en Londres y trabajas de au-pair, y no tienes ni un duro – como me ocurrió a mi, hace ya tantos años que parece que fue en otra vida -, el poder darte una vuelta por este lugar suponía un auténtico placer.

Concretamente había una tienda que vendía casitas de muñecas de estilo victoriano que me tenía absolutamente hipnotizada. Podías encargar que reprodujesen tu propia casa, y hasta el mobiliario, pero también vendían diminutas vajillas que reproducían la estética de las Pickman, y preciosos chandeliers de cristal. Las telas de las tapicerías de los muebles eran una reproducción en miniatura de las clásicas telas inglesas. Absolutamente adictivo.

Aquí es posible encontrar los flagships de las mejores marcas, pero también acceder a boutiques de diseñadores independientes, y encontrar un poco de todo, desde el bolso de un diseñador a un precio prohibitivo hasta trajes vintage de segunda mano por tan sólo 5 libras.

Detrás justo del mercado suele instalarse un mercadillo parecido al de El Rastro madrileño, donde, en ocasiones, se encuentran objetos absolutamente fantásticos e insólitos.

Alrededor del edificio también suelen instalarse un montón de los llamados Street Artists, que actúan, declaman, pintan o interpretan música para atraer la atención de los turistas y sacarse unas perrillas. Eso sí, por una ordenanza municipal, sus espectáculos no pueden durar nunca más de 30 minutos, y sólo puede haber un espectáculo cada hora. Recuerdo que cuando iba a clase, los veía prepararse y montar sus tenderetes. Era un universo nuevo, diferente que me atraía como un imán.

Todos los jueves, los granjeros toman el lugar y montan un mercadillo donde no sólo venden sus elaborados sino que también cocinan al más puro estilo Street food. Normalmente cocina bio, platos deliciosos y contundentes por un precio más que razonable (entre 5 y 8 libras, en función de lo que pidas).

En Navidad el lugar se vuelve todavía más bonito si cabe. Los ingleses son unos hachas a la hora de decorar sus tiendas. Pero además de los escaparates y fachadas, también se pueden ver espectaculares instalaciones la mar de curiosas.

Alrededor del mercado existen también muchos teatros y museos, además de The Royal Opera y The Royal Ballet que merecen una mención aparte. También se puede visitar la Free Mason’s Hall que es una de esas excentricidades británicas que te permitirán saber más sobre el mundo de los masones. Un tema tabú en la mayoría de los países, pero aquí los ves campar por sus fueros con toda tranquilidad.

Si vais a Londres y queréis visitar el Covent Garden, lo mejor es coger el metro (la línea Piccadilly) y bajar en la estación de Covent Garden. Si a pesar de mis recomendaciones, pensáis ir en hora punta, lo mejor es que os bajéis en Leicester Square. Sólo tendréis que andar unos 300 metros y os ahorraréis muchos empujones.

Fotos | HenryKellner, ColinSmith, Calton, Aqwis, Simdaperce, Laurent1291
En el Diario del Viajero | Covent Garden: el barrio más alegre de Londres
En el Diario del Viajero | Guía geek de Londres

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