Estos cuatro pueblos ocultos en la Puglia son el secreto mejor guardado del sur de Italia

Con la llegada del verano a la vuelta de la esquina, muchos ya soñamos con ese merecido descanso. Aguas cristalinas, pueblos donde perderse entre callejuelas cargadas de historia, platos que conquistan desde el primer bocado... Si esta es la imagen que ronda en tu mente, es probable que ya tengas un destino subrayado en tu lista de viajes: la Puglia.

Ese tacón del mapa italiano se ha convertido, en los últimos años, en uno de los rincones más populares del sur de Europa. Pero más allá de los destinos ya célebres como Alberobello o Polignano a Mare, existen tesoros menos conocidos que conquistan por su autenticidad y por supuesto, porque aún no han sido invadidos por la masificación.

En este artículo nos adentraremos en cuatro pueblos fascinantes: Giovinazzo, Martina Franca, Ceglie Messapica y Casamassima, que invitan a descubrir la Puglia más genuina, entre fachadas barrocas, tradiciones intactas y una cocina que te hará olvidar de la dieta. Un consejo repetido por quienes ya han recorrido esta encantadora región: es muy recomendable establecer Bari como base y moverse en coche, la mejor forma de disfrutar con libertad de los paisajes, los caminos rurales y los rincones menos transitados que hacen de este viaje una experiencia inolvidable.

Giovinazzo: un balcón al Adriático con alma medieval

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Situado a tan solo 20 kilómetros de Bari, Giovinazzo es uno de esos lugares donde te quedarías a vivir para siempre. Su centro histórico, perfectamente conservado, se asoma al mar Adriático con una elegancia que a muchos recuerda a un pequeño Dubrovnik.

Pasear por su puerto antiguo, cercada por murallas en el siglo XV y dominado por el perfil de la Concattedrale di Santa Maria Assunta, es una delicia. Perderse entre las callejuelas de piedra clara y las trattorias escondidas es sin duda uno de los planes imprescindibles para hacer aquí.

Este pueblo tiene una gran tradición en la producción de aceite de oliva extraído de forma artesanal, así que sin duda, una botella es uno de los mejores souvenirs que puedes traer de allí

Martina Franca: barroco y elegancia en el corazón del Valle d’Itria

Elevada sobre una colina y rodeada de viñedos y olivos centenarios, Martina Franca es la joya arquitectónica del Valle d’Itria. Su centro histórico es un despliegue de fachadas barrocas, portales labrados y balcones de hierro forjado cubiertos de flores.

Aunque esta es una obra de arte prácticamente desde donde se le mire, destacan la Basilica di San Martino y el Palazzo Ducale, sede del famoso Festival della Valle d’Itria, una cita imprescindible para los amantes de la ópera y la música clásica. Martina Franca también es ideal para los gourmets: aquí nació el "capocollo di Martina Franca", una especie de salami curado con humo de encina y hierbas locales, que merece la pena probar en cualquier salumeria artesanal.

Ceglie Messapica: cocina ancestral y raíces prerromanas

Imagen | Mfran22 - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, Enlace

Fundada por los antiguos messapios, este enclave fue un importante centro militar, político y religioso entre los siglos IV y XIII a.C. Su historia ha sido modelada por múltiples invasiones: godos, visigodos y lombardos dejaron su marca antes de que el pueblo se convirtiera en feudo de la Curia del Arzobispo de Brindisi y, más tarde, en dominio de los poderosos duques de Sanseverino.

Dominando el perfil del pueblo, el castillo normando se alza imponente, con estructuras que se remontan probablemente al siglo XI. Muy cerca, la Chiesa Matrice, de estilo barroco y restaurada con esmero, guarda en su interior un crucifijo de madera de gran valor artístico y una escultura en piedra de Cristo en medio busto. Pero la historia no solo se cuenta en el centro urbano: en los alrededores, la cripta basiliana de la Virgen della Grotta, con frescos del siglo XIII.

Ceglie también se distingue por ser uno de los centros gastronómicos más respetados de la región gracias a sus osterías tradicionales, en donde conviven recetas ancestrales con las creaciones de chefs contemporáneos. Para terminar el recorrido, nada como saborear un biscotto cegliese, una delicia local con almendras y cereza negra que ha merecido el sello IGP (una especie de denominación de origen).

Casamassima: el pueblo azul de la Puglia

Imagen | Dentaek - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, Enlace

Casamassima, a solo 20 minutos al sureste de Bari, es conocida por su centro storico dipinto di blu. Sus casas están teñidas de un azul intenso que recuerda a Chefchaouen en Marruecos o Jodhpur en India, aunque no olvidemos que en España tenemos nuestra propia versión. Este singular color se remonta, según la leyenda, a una promesa hecha por un monje franciscano tras sobrevivir a una peste en el siglo XVII: pintar el pueblo de azul en honor a la Virgen María.

Aunque pequeño, este es un lugar lleno de autenticidad. Aunque no tiene grandes monumentos, sus calles con todos los matices de azul, sus plazas tranquilas y la calidez de la gente lo hacen un destino imprescindible dentro de esta pequeña ruta.

Imágenes | italia.it

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