Esta singular escultura podrá presumir de ser la más grande del mundo. Podrá, porque de momento no está terminada después de 50 años de construcción. Y es que la obra resulta faraónica, ya que medirá 195 metros de largo por 172 de alto. Se trata de la Crazy Horse memorial sculpture, la escultura dedicada a Caballo loco.
Se sitúa en Black Hills, Dakota del Sur (Estados Unidos) y como vemos en la fotografía la escultura presenta al popular indio montado en su caballo. Bueno, lo que vemos en grande es la maqueta, porque la verdadera escultura queda detrás, en la montaña, donde se adivina el perfil de la cara del indio, que es lo único de la obra que está más o menos reconocible.
El proyecto lo comenzó el escultor Korczak Ziolkowski en 1948 a petición del jefe Lakota Henry Standing Bear y otros ancianos americanos nativos.
Korczak murió en 1982, en la actualidad su esposa y otros miembros de su familia continúan el proyecto, en colaboración con la organización Crazy Horse Memorial Foundation.
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