Visita a las Torres Petronas, en Kuala Lumpur

Todos conocemos las Torres Petronas, esa maravilla de la ingeniería que desde su construcción en 1998 se posicionaron como los edificios más altos del mundo, solo superadas en el año 2003 por el rascacielos Taipei 101 de Taiwan.

Hoy en día, las Petronas siguen siendo el emblema de Kuala Lumpur y uno de los atractivos turísticos más visitados de la capital de Malasia. No hay viajero que no quiera hacerse una foto con estos dos grandes colosos de hormigón, acero y vidrio, y de ser posible, subir hasta la pasarela que los une a la altura de los pisos 41 y 42, o al observatorio situado en la planta 86. Hoy, desde Diario del Viajero os contamos cómo hacerlo.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que para subir a las Torres Petronas hay que madrugar mucho. La taquilla donde se adquiere el ticket gratuito abre a las ocho de la mañana, pero naturalmente no vais a ser las únicas personas que ese día tengan pensado hacer la visita.

Por ello, os recomiendo llegar con bastante antelación. Por mi experiencia personal puedo decir que llegué a las seis y media de la mañana, y el número de personas que hacían cola superaba holgadamente el centenar. La espera se hace larga, y no son pocos los que, aburridos, desisten de ello, así que mejor llevaros un buen libro para amenizar el rato.

Una vez llegue vuestro turno, tendréis la posibilidad de elegir la hora a la que queráis hacer la visita. Los horarios más demandados son los de primera hora de la mañana y última de la tarde, ya que de esta forma tendréis todo el día para disfrutar de la ciudad.

No obstante, si estos ya han cubierto el cupo y no os queda más remedio que coger ticket para una o dos horas después, no os preocupéis porque alternativas para matar el tiempo no os van a faltar.

En primer lugar, podéis visitar el súper exclusivo centro comercial Suria KLCC donde, si bien no compraréis gran cosa (y no por falta de ganas), podréis entreteneros un buen rato paseando entre sus lujosas tiendas de ropa, cosmética y tecnología.

Asimismo, justo antes de subir al ascensor hay una salita-museo en la que encontraréis diversas actividades interactivas que os darán datos muy curiosos sobre la construcción de las Torres y sus características de peso y altura, en comparación con otros grandes edificios como el Empire State de Nueva York o la Torre Eiffel de París.

Finalmente, llegará el momento de subir a las Torres. En los escasos segundos que el ascensor tarda en subir los 41 u 86 pisos sentiréis vuestro estómago encogerse, y así, con el estómago en un puño, saldréis a disfrutar de una impresionante vista de la ciudad que, sin lugar a duda, habrá merecido la espera.

Foto | Ehsan Khakbaz en Flickr
En Diario del Viajero | Malasia: Crisol del culturas en Penang, Plantaciones de té entre las nubes

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