Los laberintos más espectaculares de España, desde Málaga hasta Barcelona

Liliana Guerra

Perderse en un laberinto ha sido, desde la Antigüedad, mucho más que un simple juego. Los primeros surgieron en la Creta minoica, ligados al mito del Minotauro y concebidos como símbolos de poder y misterio. Más tarde, en la época clásica y medieval, los laberintos se representaron en mosaicos, iglesias y catedrales, a menudo como metáforas del camino espiritual o de la búsqueda interior. Con el Renacimiento, estos espacios pasaron a los jardines de palacios y cortes europeas, donde los nobles encontraban en ellos un escenario perfecto para el romance, el reto intelectual y la intriga social.

Hoy en día, los laberintos han renacido como destinos turísticos y de ocio, combinando naturaleza, arquitectura y juego. Los más modernos se diseñan no solo para entretener, sino también para sorprender con formas artísticas, símbolos culturales e incluso con innovaciones tecnológicas que los convierten en experiencias multisensoriales.

Teniendo en cuenta que España es un importante destino turístico, no es de extrañar que aquí encontremos algunos de los más impresionantes de Europa: desde los históricos laberintos de jardines reales y parques románticos hasta los más recientes, que apuestan por la sostenibilidad y la interacción. Una opción perfecta para enriquecer cualquier escapada con un toque de misterio y diversión.

1. Laberintus Park (Humilladero, Málaga)

El recién inaugurado Laberintus Park es actualmente el laberinto más grande de España y una de las joyas más innovadoras de Europa. Inspirado en los jardines de la Alhambra y diseñado por el prestigioso paisajista Adrian Fisher, ocupa 7.400 m² con 2,6 kilómetros de caminos. Es también el primer laberinto biotecnológico del mundo, gracias a un sistema que aprovecha la energía del suelo para iluminar y regar de forma sostenible. Dispone de cuatro niveles de dificultad, un mirador central, anfiteatro, campos de lavanda y zonas de juegos para niños. Las entradas se pueden comprar online y en taquilla, y el complejo cuenta con espacios de descanso y una pequeña cafetería.

2. Laberinto de Peñíscola (Castellón)

Durante años ostentó el título del laberinto más grande de España, con más de 7.000 m² y 3 kilómetros de recorrido, formado por 4.000 plantas de Aligustre japónica. En su centro, los visitantes se encuentran con un gran dinosaurio escultórico que se ha convertido en su sello distintivo (aunque hay otros cuatro repartidos en el interior) y es ideal para familias y niños, ya que combina la diversión del reto con un ambiente lúdico. Las entradas se pueden adquirir online o directamente en el recinto y suele estar abierto gran parte del año, aunque conviene consultar los horarios según la temporada. Dispone de zonas de picnic y un pequeño bar.

3. Laberinto de Villapresente (Cantabria)

Situado en este pequeño pueblo cántabro, es uno de los laberintos naturales más famosos del país. Fue creado en 2017 por Emilio Pérez, un vecino de la localidad, y está formado por más de 4.000 cipreses que alcanzan los 2,5 metros de altura. Sus 5.600 m² se convierten en un auténtico reto: recorrerlo puede llevar más de una hora. Se trata de un plan asequible (la entrada de adultos cuesta cuatro euros), y se puede adquirir online o en taquilla. Tiene un pequeño bar que vende refrescos y snacks, por lo que lo recomendable llevar algo de comer, especialmente si viajas con niños.

4. Laberinto de Breoghan (Vilarmaior, Galicia)

Inaugurado en 2022, este laberinto de 6.120 m² está diseñado en forma de cruz celta, un homenaje a la tradición gallega. Su recorrido de más de 2 kilómetros combina el reto del juego con la conexión cultural. Cuenta con zonas de merendero, aparcamiento y un quiosco para reponer fuerzas, lo que lo convierte en un plan perfecto para familias que buscan pasar la tarde entre naturaleza y cultura. Las entradas pueden adquirirse online y en taquilla.

Laberinto de los Pirineos

En pleno Valle de Tena, en Piedrafita de Jaca (Huesca), se esconde el Laberinto de los Pirineos, un espacio natural de 5.000 m² formado por más de 4.000 cipreses que dibujan cerca de 3 km de pasillos. Nació en 2022 como un proyecto local y hoy es un plan perfecto para familias: el recorrido dura entre 30 y 45 minutos, con varias salidas de emergencia para los menos pacientes. El lugar cuenta con aparcamiento gratuito, zona de picnic con vistas espectaculares, aseos y un pequeño kiosco para refrescarse. Las entradas pueden comprarse online o en taquilla, y abre de abril a noviembre (algunos meses solo los fines de semana), cuando los Pirineos lucen en todo su esplendor.

6. Laberinto de Horta (Barcelona)

Imagen | Canaan - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, Enlace

Es el más antiguo de la ciudad y probablemente el más elegante de España. Nació en el siglo XVIII de la mano de la familia Desvalls y combina el estilo neoclásico con el romántico, rodeado de fuentes, esculturas y una estatua de Eros en el centro. Más que un reto, es un paseo histórico y estético. Se accede con entrada (salvo el miércoles y el domingo, que es gratuito). Al estar dentro de un parque, cuenta con áreas de descanso, aunque no con cafetería propia.

7. El Capricho (Madrid)

Situado en uno de los parques más bellos de la capital, este laberinto romántico del siglo XVIII fue concebido como un lugar de encuentro amoroso y juego. Con unos 6.000 m² de laurel, es un espacio cargado de historia, aunque en la actualidad no está abierto al público y solo puede admirarse desde una terraza, al integrarse en un conjunto patrimonial protegido.

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