Si quieres volver a Florencia, tendrás que hacerte amigo de Porcellino

Quien quiera volver a Roma, deberá arrojar una moneda en la Fontana de Trevi, o meter la mano en la Boca de la Veritá (la alcantarilla más famosa del mundo).

Ritos pintorescos que se repiten miles de veces cargados de esperanza en volver a esa ciudad maravillosa que es Roma. ¿Y Florencia? Si te dejaste encandilar por su ambiente y sus tesoros culturales, deberás hacerte amigo de Porcellino.

Todo el que vaya a Florencia y quiera repetir tiene que preguntárselo al Porcellino. Bueno, más que preguntar, lo que tiene que hacer es coger una moneda, ponérsela en la boca y dejarla caer. Si ésta entra dentro de la fuente que se encuentra a sus pies a través de la reja significa que volverá a la ciudad…

Este "porcellino" es en realidad un tranquilo jabalí que descansa mientras miles de turistas tocan su hocico cada año cuando visitan Florencia.

Esta escultura de bronce está ubicada en la Plaza del mercado nuevo (via Porta Rossa). Obra del escultor Pietro Tacca en 1612, es una réplica del original que se conserva en el Palazzo Pitti, si bien se trata a su vez de una copia helenística de un tercero de mármol que se halla en la Galería degli Uffizi. Este jabalí tiene "gemelos" en Nueva York, Munich, Madrid, Enghien, Aix en Provence y Sidney.

La fuente se encontraba originalmente frente a la farmacia conocida como la Farmacia del Jabalí, que a principios del siglo XVII era el punto de encuentro de los intelectuales, en via Por Santa Maria. Además de su carácter estético, la fuente servía como punto de encuentro a los comerciantes textiles que ofrecían sus productos en la loggia.

Cada día se instala alrededor del Porcellino uno de los mercados más clásicos de Florencia, el Mercato Nuovo, con una gran variedad del artesanado florentino. Su bella loggia fue construida a mediados del siglo XVI, en pleno corazón de Florencia, y a pocos pasos del Ponte Vecchio. En sus inicios estaba destinada a la venta de objetos preciosos y telas suntuosas como la seda.

Según la leyenda, tocar el hocico del Porcellino nos dará fortuna y si quieres volver a la bella Florencia debemos meter una moneda en la boca del jabalí, por donde sale el agua. Si la moneda cae dentro de la pila que reposa a sus pies y se cuela por la ranura, volveremos.

Lo que no todos saben es que si la moneda que depositamos pesa poco, la presión del agua la lanzará hacia los lados y no se introducirá por la rendija con lo que es necesario utilizar una moneda más pesada.

Fotos | María Victoria Rodríguez
En Diario del viajero | Más sobre Florencia

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