La Senda Encantada: una ruta mágica en La Mancha que parece sacado de un cuento de hadas y es ideal para ir con niños

Liliana Guerra

Castilla-La Mancha siempre es un gran plan. La variedad de sus paisajes, sus pueblos coronados por castillos imposibles, sus ciudades Patrimonio de la Humanidad como Toledo o Cuenca, cascadas espectaculares y su maravillosa gastronomía hacen que las opciones para una escapada distinta sean prácticamente infinitas. Aquí, cada estación ofrece un motivo para volver, y el otoño, con sus colores cálidos y temperaturas suaves, es uno de los momentos más especiales.

Precisamente entre las montañas de la Sierra del Segura se esconde un bosque con un sendero muy especial, casi sacado de un cuento: la "senda encantada". Una propuesta ideal para quienes buscan desconectar de la rutina y disfrutar de un plan en familia con un toque mágico, donde no solo los más pequeños se maravillan, también los adultos volvemos a conectar con la ilusión de explorar lo desconocido.

El recorrido combina naturaleza y fantasía: a cada paso aparecen casas y puentes ocultos entre los árboles que despiertan la imaginación. Aquí, el senderismo deja de ser solo caminar para convertirse en una aventura compartida, donde cada curva del camino guarda una sorpresa... una manera distinta de vivir la montaña, con el encanto añadido de descubrir historias, personajes y panorámicas que hacen que la experiencia sea inolvidable.

Una ruta llena de imaginación en medio del bosque

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La llamada "senda encantada" nació como una iniciativa local para poner en valor el patrimonio natural y cultural de Villaverde de Guadalimar, un pequeño municipio enclavado en plena Sierra del Segura, dentro de la provincia de Albacete. Artistas y vecinos colaboraron para llenar el sendero de elementos decorativos que transforman la caminata en una especie de cuento al aire libre. Así, la ruta no solo atrae a senderistas, sino también a familias que buscan planes con un toque original.

Durante el recorrido, que se extienda a través de casi siete kilómetros y de dificultad baja, se pueden ver las casas de elfos, gnomos y hadas escondidas entre robles y pinos. Los niños disfrutan buscándolas y abriendo sus puertas para descubrir las sorpresas que esconden, casi como si fuera una gincana natural. Además, en los miradores se aprecian panorámicas del valle y, en primavera, el entorno se tiñe de verdes intensos y flores silvestres que hacen que la experiencia sea aún más especial.

El paisaje es el verdadero protagonista: la ruta se adentra en una zona de frondosa vegetación, con paneles informativos que ayudan a conocer la flora y fauna local. Una experiencia sencilla, accesible y pensada para quienes quieren aprovechar un día de campo sin grandes exigencias físicas, pero con mucha recompensa visual y emocional. Solo un dato más a tener en cuenta: está a 16 kilómetros del nacimiento del Río Mundo, otra parada que merece muchísimo la pena hacer.

Cómo llegar a la Ruta Encantada

Imagen | Ayuntamiento Villaverde de Guadalimar

La ruta parte desde Villaverde de Guadalimar y llegar allí es sencillo: desde Albacete capital, el trayecto en coche dura unas dos horas, tomando la autovía A-31 hasta La Roda y después siguiendo dirección a la Sierra del Segura. Desde allí, el acceso al sendero está perfectamente señalizado, a escasos minutos del casco urbano. 

Si vais allí, veréis que el pueblo no solo es punto de partida de esta ruta mágica, sino que también guarda rincones con mucho encanto gracias a sus calles estrechas, casas de piedra y una hospitalidad que invita a quedarse más tiempo. Además, su entorno montañoso permite combinar la visita con otras rutas o incluso con una escapada al cercano Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. 

Imagen | Asociación Turismo 4Cuencas_Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel

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