
Uno de los mejores planes para desconectar el fin de semana es calzarse unas buenas zapatillas, preparar la mochila y lanzarse a descubrir alguna ruta cercana a nuestra ciudad. No importa dónde vivas: en España tenemos la suerte de contar con una red de senderos e infraestructuras que recorren toda nuestra geografía, lo que nos permite disfrutar del entorno natural de forma cómoda y segura.
Lo sorprendente es que, entre tantas rutas disponibles, algunas ofrecen mucho más que paisajes bonitos o aire puro, y sin embargo siguen siendo grandes desconocidas. Es el caso de la Ruta de las Caras, un original recorrido artístico y natural situado en las inmediaciones de Buendía, en la provincia de Cuenca.
Su nombre no deja lugar a dudas: durante el paseo te encontrarás con decenas de rostros y figuras esculpidas en la roca arenisca, integradas en el paisaje como si siempre hubieran estado ahí. Este inspirador proyecto comenzó a principios de los años 90, cuando los escultores Eulogio Reguillo y Jorge Juan Maldonado decidieron transformar un paraje conocido como La Península, junto al embalse de Buendía, en un museo al aire libre que fusiona arte, naturaleza y espiritualidad.
Una ruta inolvidable, llena de naturaleza y arte
La primera pieza de la Ruta de las Caras fue La Monja (1992) y con el tiempo el conjunto creció hasta reunir veinte esculturas y bajorrelieves de diversos tamaños. Estas obras presentan motivos muy variados: iconografía budista, figuras hindúes, cruces templarias e incluso un retrato del compositor Beethoven. La ruta se ha convertido en un singular “museo” al aire libre, ideal para quienes quieren disfrutar del arte y la naturaleza al mismo tiempo.
Para visitar la Ruta de las Caras existen dos opciones, según tus gustos o el tiempo del que dispongas. La opción más sencilla y accesible es visitar únicamente la zona de las esculturas. Se puede llegar fácilmente en coche a través de una carretera completamente asfaltada hasta un aparcamiento ubicado justo al comienzo del recorrido.
En ese punto se han habilitado un merendero y zonas de descanso, que marcan el inicio del recorrido. Desde allí arranca un sendero circular bien señalizado que bordea la orilla y se interna en el bosque de pinos que rodea el embalse, pasando por todas las esculturas.
La ruta oficial tiene una longitud aproximada de 1,5 km y, a un ritmo tranquilo, se completa en alrededor de una hora. El recorrido es de forma circular y discurre mayoritariamente bajo un dosel de pinos junto al embalse de Buendía, lo que ofrece bonitas vistas del agua y las montañas de la Sierra de Altomira.
Este sendero presenta una dificultad baja, ya que en su mayor parte es llano o con suaves pendientes, aunque incluye algunos tramos breves con escaleras y ligeras subidas. Por ello, aunque es apto para personas de todas las edades, incluidos los niños, conviene tener en cuenta que no está acondicionado para carritos de bebé ni sillas de ruedas.
Precisamente para los más pequeños, la ruta puede resultar especialmente atractiva, ya que las esculturas talladas en la roca captan su atención y convierten el paseo en una experiencia tan entretenida como educativa. Eso sí, se recomienda supervisarlos en las zonas con escalones o salientes rocosos, y asegurarse de que no se alejen del sendero.
La segunda posibilidad es para quienes buscan una experiencia más completa: se trata de recorrer el PR-CU 46, un sendero de pequeño recorrido que pasa también por la Ruta de las Caras. Este itinerario se extiende a lo largo de 14,5 km y discurre por toda la zona de la península del embalse de Buendía, combinando tramos de bosque, vistas panorámicas al pantano y, por supuesto, el arte esculpido en la roca. Es una alternativa ideal para senderistas con algo más de experiencia o quienes quieran pasar más horas en la naturaleza.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta
La Ruta de las Caras es totalmente gratuita y de acceso libre, sin horario ni barreras y puede recorrerse en cualquier época del año. Fuera del área recreativa que se encuentra al inicio, no existen más servicios (no hay aseos ni fuentes en el camino), por lo que se recomienda llevar suficiente agua y algo de comida para la caminata.
También es aconsejable el uso de calzado adecuado de senderismo y ropa cómoda. En verano se debe aplicar protección solar y, si se desea, bañador, ya que desde el sendero se puede acceder a una pequeña playa natural en el embalse donde darse un baño (en ese caso también es buena idea llevar escarpines). En general, la recomendación es respetar el entorno: no pintar ni dañar las esculturas y recoger la basura para mantener limpio este espacio natural.
Imágenes | Ruta de las Caras