A medida que recorremos los más de cien kilómetros que separan a Santiago de Viña del Mar se puede ver como los áridos paisajes de Santiago de Chile se van convirtiendo en verdes viñedos que nos invitan a detenernos en alguna de las paradas de la denominada Ruta del Vino.
Una de ellas es el Valle Casablanca el cual disfruta de una privilegiada orientación hacia el noroeste que le permite una exposición permanente al Sol y una moderada recepción de la brisa del mar.
En este valle destaca la viña Casas del Bosque donde los amantes del buen vino podemos aprender mucho sobre la historia y las peculiaridades de este hermoso valle y del vino chileno.
Esta bodega cuenta con más de 245 hectáreas y tiene una capacidad de almacenamiento de más de dos millones y medio de litros. Al igual que en otras viñas de la zona, la mayor parte de la producción se exporta a otros países lo que está haciendo aumentar la fama del vino chileno en todo el mundo.
Todas las variedades de uvas que se cultivan son de origen francés: Sauvignon Blanc, Chardonnay, Pinot Noir, Merlot, Cabernet Franc y Carménère. Según me explicaron, ésta última destaca porque solamente se puede encontrar en Chile ya que en Francia desapareció debido a las plagas de la filoxera que tuvieron lugar durante la segunda mitad del siglo XIX.
En Casas del Bosque también podemos realizar un tour por los viñedos con su posterior degustación de vinos. O si lo preferimos, se puede disfrutar de los vinos mientras comemos en su fabuloso restaurante. Otras viñas de este valle son Veramonte, Indómita o Viña Mar.
Una alternativa muy recomendable para conocer el vino chileno es realizar la famosa excursión del Tren del Vino que es una forma muy original de recorrer todas los viñedos del valle de Cochagua mientras disfrutamos de sus fantásticas vistas.
Fotos | Fernando Mayor Sitio oficial | Casas del Bosque Diario del Viajero | Viña del Mar (Chile): donde la hora la dan las flores, Tren del Vino