Puede que no podamos volar al espacio, ni comprarnos una mansión en Miami para pasar las vacaciones, pero para imitar a Bill Gates en su último viaje no nos hace falta ser millonarios; con un vuelo low cost a Bruselas, ya casi tenemos el sueño cumplido.
Después, solo tendremos que dirigirnos al Sewer Museum (Museo del Alcantarillado) e introducirnos en las entrañas de la ciudad, como si fuéramos un auténtico magnate de la tecnología.
Ironías aparte, es un plan interesante, y bastante menos peligroso que las excentricidades que suelen costar muchos ceros. Esto es lo que ofrece.
"Apestan y hay ratas", pero aprendes cosas importantes
Esas fueron las primeras palabras de Bill Gates al adentrarse en las alcantarillas de Bruselas: "apestan y hay ratas". Sin embargo, después de la primera impresión, en el vídeo se le ve muy relajado:
La visita tuvo lugar el pasado 19 de noviembre, con motivo del Día Mundial del Retrete, que aunque tenga un nombre algo chistoso, trata de concienciar sobre un tema muy serio: la falta de servicios sanitarios seguros y accesibles en muchas partes del mundo, que causan un gran número de muertes y enfermedades.
Durante su estancia en el museo, Gates conoció la tumultuosa historia de esta red, que es una de las más antiguas de Europa, y quedó impresionado al enterarse de que, a principios del siglo XIX, un fallo contaminó el río Senne provocando una pandemia de cólera.
Por último, echó una mano a los científicos que analizan las aguas residuales, y hasta llegó a tomar una muestra. Aunque hacer esto no es una actividad obligatoria...
Descubrir la cara más oculta de Bruselas
Para acceder al Museo del Alcantarillado de Bruselas, hay que atravesar un antiguo pabellón de estilo neoclásico. Una vez desciendes, se puede pasear por las orillas del Senne a 10 metros bajo tierra, y entrar en una alcantarilla auténtica, la colectora de la Chaussée de Mons, también disponible en recorrido virtual.
Por otra parte, esta visita es la mejor forma de apreciar la gran labor realizada por los trabajadores de saneamiento, que aunque no la vemos, garantiza a diario que todo funcione. Se exploran diferentes procesos, como las técnicas de construcción y reparación de las alcantarillas, y los métodos que se utilizan para evitar las inundaciones.
El museo, que lleva en funcionamiento desde 1988, está abierto al público de martes a domingo, de 10 a 17 horas. El precio de la entrada para adultos es de 10 € y aplican varias reducciones. Además, el primer domingo de cada mes la visita es gratuita.
Es bonito pensar que al acabar el recorrido y salir de nuevo a la calle, atravesando otro fantástico edificio neoclásico, puede que sigamos sin ser millonarios, pero por lo menos habremos enriquecido la cuenta de conocimientos.
Portada | Tom Parnell - Flickr