Hace unos años tuve la oportunidad de ver en Lisboa unas curiosas esculturas antropomorfas llamadas "Nuestros silencios". Más tarde descubriría que Nuestros Silencios es una instalación escultórica monumental que ha viajado por muchos países, lo cual tiene mérito, teniendo en cuenta que cada pieza pesa una tonelada.
Las diez esculturas, del artista mexicano Rivelino, abordan uno de los derechos humanos fundamentales: la libertad de expresión. En cada una de las ciudades en que se presenta, la obra adquiere un significado distinto al establecer relaciones con el contexto, la arquitectura, la cultura, la historia... Tal vez la hayas visto en Madrid, en Londres, en Roma, Moscú... Vamos a acompañar a estas esculturas viajeras por ocho de sus destinos.
Las esculturas llegaron a Lisboa por el estuario del río Tajo, en el otoño del año 2009. Los colosos de Rivelino se instalaron en línea frente a la estatua del marqués de Pombal, una figura controvertida, representante del despotismo ilustrado en Portugal, a los pies del fabuloso parque Eduardo VII.
Madrid
La instalación monumental se detuvo en Madrid en la primavera de 2010, en el Parque Juan Carlos I, entre olivos y fuentes. El Jardín de las Tres Culturas, con áreas dedicadas a la fe de musulmanes, de judíos y de cristianos, representa dentro del parque un símbolo de reconciliación entre los distintos mundos.
Roma
En una de las siete colinas de Roma, el monte Pincio, estuvieron las esculturas entre el 16 de septiembre y el 11 de octubre de 2010. Allí se encuentran la Villa y la Galería Borghese, que conserva cuadros y esculturas de Tiziano, Caravaggio, Rafael y Bernini. En su parque inmenso con fuentes, jardines, estaques y edificios señoriales se situaron estos "vigilantes" de la libertad de expresión que tienen la boca tapada.
Londres
En cada una de las ciudades en que se presenta, la obra adquiere un significado distinto al establecer relaciones contextuales con su arquitectura, su cultura, su sociedad y su historia. Aquí la vemos en 2011 en Londres, con disposición circular en los Victoria Tower Gardens, con el Tower Bridge al fondo. El círculo reivindica al formado por los caballeros de Arturo, quienes no admitían diferencias jerárquicas entre ellos.
Moscú
Tras el desplome de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y del silencio que a lo largo de 73 años impuso a sus ciudadanos, se abrió en Moscú el Muzeon Park o Parque de las Esculturas. Es un jardín al aire libre dependiente de la Galería de Arte Tretiakov y la Casa Central de Artistas donde se conservan las estatuas que se pudieron salvar de la venganza popular contra el realismo socialista. En mayo y junio de 2011 también estuvieron Nuestros Silencios.
San Petersburgo
La exposición escultórica viajera también estuvo en la segunda ciudad más poblada de Rusia, San Petersburgo, en la Isla Elagin, bañada por el caudaloso río Neva en el enorme Parque de Ocio. Un retiro casi bucólico que evoca la paz de los silencios, antes de pasar a un nuevo continente.
Ciudad de México
La plaza de la Constitución de la Ciudad de México, informalmente conocida como El Zócalo, acogió Nuestros Silencios. Un enclave muy significativo, ya que desde la época mesoamericana este lugar ha sido sede de hechos importantes en las diversas etapas de la historia de México, y también punto de concentración y de reivindicaciones de todo tipo.
San Diego (Estados Unidos)
En Estados Unidos, la ciudad de San Diego ha sido elegida como la primera sede de exhibición de Nuestros Silencios. Los gigantes fueron instalados en el Ruocco Park, ubicado en una de las principales avenidas del corredor turístico del Puerto, en Seaport Village, una de las zonas más dinámicas de la urbe. ¿Cuáles serán las próximas paradas de estas esculturas viajeras?