Todos debemos aprender a perdonar, o el 'Paryushan Parva' de la India

Todos debemos aprender a perdonar, o el 'Paryushan Parva' de la India
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Confieso que tengo una lista de mental de la gente a la que odio. No es como aquella lista de personas que algún día mataré con mis propias manos, tal y como la que lleva Arya Stark en 'Juego de Tronos', pero se le parece un poco. La lista no es muy larga, pero el desprecio que siento por las personas que conforman la lista es químicamente puro, sin impurezas.

Lo irónico es que a la mayoría de la gente que tengo en mi lista la desprecio porque creen que saben más de lo que saben o porque emplean su cuota de poder o protagonismo con la veleidad de los monarcas absolutistas. Es irónico, sí, porque eso se puede resumir en “gente que carece de empatía”, es decir, gente que no sabe ponerse en el pellejo del prójimo, que se cree el centro del universo. Y eso resulta irónico y contradictorio porque ¿acaso confeccionar una lista así no es una falta de empatía y un exceso de protagonismo?

Como veis, toda moneda tiene un envés y un revés. Nuestros enemigos, en el fondo, aunque nos parezcan rematadamente tontos o profundamente malvados, es probable que también tengan sus propias listas. Y si no figuramos en las listas de ellos, seguro que figuramos en otras listas. Porque todos hacemos daño por acción u omisión, consciente o inconscientemente. Y solo por ello deberíamos aprender a perdonar y evitar que en rencor nos envenene.

O sea, más “ohmm” y menos “grr”. Eso es justamente lo que celebran y promueven en la India, al menos durante unos días al año.

La fiesta del perdón

Llamada Paryushan Parva y celebrada en la India durante la Bhadrapada (un mes del calendario hindú que corresponde a agosto / septiembre en el calendario gregoriano), emplea el perdón como forma de ser felices y hacer felices a los demás. El perdón, de hecho, es uno de los pilares fundamentales de la religión jainista.

Así, los jainistas se reúnen anualmente durante diez días en una celebración que no consiste en divertirse sin más, sino en orar y meditar. La celebración, finalmente, pone su broche de oro en una ceremonia en la que se entrega y se recibe perdón. Porque perdonando también estamos perdonando nuestras propias imperfecciones. Ira solo desaparecer si tú perdonar, que diría Yoda con aire aforístico.

Pero hay otros rasgos que salen a la luz durante esta celebración, además del perdón (UTTAM Kshama):

  • Modestia / Humildad. UTTAM MARDAV
  • Sinceridad - UTTAM AARJAV
  • El contentamiento - UTTAM SHAUCH
  • Verdad - UTTAM SATYA
  • Dominio de sí mismo - UTTAM Sanyam
  • Penitencia - UTTAM TAP
  • Renuncia - UTTAM TYAG
  • Desapego - UTTAM AAKINCHAN
  • Supremo celibato - UTTAM BRAHMCHARYA

En definitiva, el Paryushan Parva pone en evidencia cuán diferente pueden ser las culturas entre sí, y nos ofrece una excusa más para visitar un país como la India, el segundo país más poblado con más de 1200 millones de habitantes (después de China), y el séptimo país más grande del mundo.

Donde tampoco no es raro que nos topemos por la calle con vacas sagradas. Donde han nacido 4 religiones (el hinduismo, el budismo, el jainismo y el sikhismo; y según la literatura hindú hay más de 330 millones de divinidades). Y donde el deporte rey, y casi único, es el Criquet.

Vía | World Religion News

Foto | Aayush18

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