Hace un par de semanas, al hablar de las cenas conmemorativas que iban a tener lugar con motivo del 100 aniversario del hundimiento del Titanic, os preguntaba a quién le gustaría retroceder en el tiempo y viajar en el famoso trasatlántico. Se trataba de una pregunta lanzada al aire, pero si alguno respondió que sí está de enhorabuena, ya que un multimillonario australiano va a construir una réplica del Titanic.
Lo que puede sonar a locura es cierto. Si el proyecto avanza según lo previsto en 2016 un nuevo trasatlántico de nombre Titanic II surcará el océano en su viaje inaugural de Londres a Nueva York. El barco dispondrá de 840 cabinas y nueve puentes, y será tan lujoso como el Titanic pero más moderno, en consonancia con los tiempos que corren.
Tras leer la insólita noticia uno no puede evitar preguntarse quién es el artífice de semejante locura… o mina de oro, según se mire. Se trata de Clive Palmer, un magnate de la minería de Queensland al que le sobra dinero para invertir y quiere ampliar sus negocios en el sector turístico, donde ya tiene varios resorts de lujo.
Personalmente lo que me ha gustado de la noticia ha sido una perla salida de la boca de Palmer, quien tras comentar que el Titanic II estará dotado de la tecnología más avanzada en navegación y sistemas de seguridad, en un arranque de humor ha dejado caer “aunque si eres supersticioso nunca sabes lo que puede ocurrir”.
Pues nada, a cruzar los dedos para que el barco no se hunda. Yo confieso que me encantaría subir a bordo de la réplica del Titanic, aunque me temo que los billetes van a estar muy lejos de mi presupuesto. Quizá los de tercera clase…
Foto | Wikimedia Commons
Vía | Europa Press
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