Hoy quiero hablaros de una tradición China que, aunque supongo conocida por muchos, a mi me ha llamado mucho la atención: el Festival del Medio Otoño y sus deliciosos Mooncakes.
Y es que, desde que he llegado al país no hay amigo que haga y no me regale un curioso dulce parecido al mazapán, que todo el mundo saca como por arte de magia del bolsillo en cuanto tiene una víctima a la vista.
Mi primera reacción, lógicamente, fue comerlos, ¡están buenísimos! La segunda, cuestionarme si debería seguir aceptándolos, porque a este paso voy a salir de China con dos kilos más en cada pierna. Y la tercera, la pregunta lógica: “Y esto, ¿a qué viene?”
Resulta que el próximo lunes es el Festival del Medio Otoño, una de las fiestas más importantes del país, que se celebra la octava luna llena del año. Según la tradición, esta noche marca el final del verano y el comienzo del otoño, y todas las familias se reúnen para comer estos exquisitos manjares en familia.
Sobre la fiesta en cuestión espero hablaros con más profundidad la semana que viene, cuando la haya vivido (ojalá pueda hacerlo realmente “en familia”, y no sola en un triste hostal) y tenga más criterio.
De momento sólo puedo adelantar que los Mooncakes, desde días antes de la fiesta, están presentes en todas los comercios, envueltos en esos vistosos envoltorios de colores que los hacen tan atractivos a la vista. El relleno de cada uno es diferente: chocolate, huevo, fresa, coco, semillas de loto... ¡incluso cerdo a la brasa!
Va a ser difícil resistirse, pero hasta el próximo lunes intentaré no comer ninguno más. ¡Quiero “hacer estómago” hasta el día del Festival para ponerme morada de ellos!
Imagen | Jimmie En Diario del Viajero | Las mejores fiestas del mundo (I), El templo taoísta de Dongyue en Beijing