Un domingo en Lima: el cerro San Cristóbal y el cambio de guardia en la Plaza de Armas
América

Un domingo en Lima: el cerro San Cristóbal y el cambio de guardia en la Plaza de Armas

HOY SE HABLA DE

La mañana y el medio día del domingo son momentos que las familias aprovechan para pasear por el centro de muchas ciudades del mundo. Así sucede también en Lima. Vamos a desplazarnos por un momento hasta allí, para vivir la mañana dominical con el cambio de guardia y luego subir al cerro San Cristóbal. Más tarde, pasearemos por la Plaza de Armas y el jirón de la Unión.

El cerro San Cristóbal es el punto más alto de Lima, y aunque tan solo se eleva 400 metros sobre el nivel del mar, desde aquí la panorámica de la ciudad es mejor que en cualquier otro lugar.

El cerro se encuentra entre los distritos de Rímac y San Juan de Lurigancho, dos de los 43 en los que se divide la provincia de Lima. Visible de desde toda la ciudad, al ser su punto más alto, siempre ha sido parte de la historia de la región.

En la época colonial los españoles plantaron la primera cruz de madera, que más tarde, en 1536, fue destrozada por los incas. En esta época, lo que ahora es el distrito Rímac estuvo ocupado por asentamientos españoles, protegidos de los guerreros nativos a un lado del río Rímac. Fue Pizarro quién bautizó el cerro como cerro San Cristóbal, luego de que sus plegarias dieran como resultado la crecida del río, dejando sin acceso a los indígenas, cuando se daba la batalla por perdida.

Varias cruces han coronado el cerro desde la independencia. La actual, fue inaugurada en diciembre de 1928. Se trata de una enorme cruz de 20 metros de alto, con 48 luminarias que reflejan su iluminación nocturna y la hacen visible en toda la metrópolis. Ha resistido varios terremotos y representa la estación final del Vía Crucis de ascensión al cerro, que también es lugar de peregrinaje de muchos fieles durante Semana Santa y el primer domingo de mayo.

Panorámica desde San Cristóbal

Vistas

Lima es una gigantesca ciudad de casi diez millones de habitantes situada en pleno desierto. Como tal, el clima es extremadamente seco y las lluvias son un fenómeno muy extraño. No obstante, la ciudad suele estar cubierta de niebla, siendo raro el día que se ve el cielo totalmente despejado.

La panorámica de la ciudad, más que hermosa, es impactante. Sí, queda claro que Lima es una ciudad inmensa, pero verlo desde aquí arriba impresiona. Caminando por la cima, la visión de 360º de la ciudad llega a marear: amasijos de casas se extienden desde la base del cerro hasta el horizonte, donde la niebla no deja ver el final. Solamente rompen tanta monotonía los rascacielos de Miraflores, que se vislumbran al sur y otras colinas más bajas.

Si nos queda tiempo, aquí arriba también hay un pequeño museo con un recorrido gráfico de las diferentes etapas de la ciudad y del cerro. Y algunos puestos de comida peruana.

Subir al cerro San Cristóbal

Por lo general, cualquier día será bueno para subir al cerro, siempre que la ciudad no esté cubierta por niebla muy espesa.

Podríamos subir caminando, pero no es lo más recomendable pues la zona no es segura. La opción más conveniente es subir en micro (minibus), partiendo de la Plaza de Armas. Se pagan 5 soles (1,40€) por el recorrido de subida y bajada, guía durante el trayecto y dejan 25 minutos arriba del cerro.

Cambio de guardia montada

Guardia

El primer y tercer domingo de cada mes en la Plaza de Armas se monta una grada para observar el cambio de guardia montada del regimiento de caballería. El cambio tiene lugar en el patio de honor del Palacio de Gobierno, en un lado de la plaza, al compás de ritmos nacionales.

Si coincide que vamos a subir al cerro un domingo que haya cambio de guardia, podríamos hacerlo después del cambio, teniendo en cuenta que es a las 12 del medio día.

Fotos | Mar Serrano y Cancillería Perú
En Diario del Viajero | Lima: sitios arqueológicos dentro de la ciudad
En Diario del Viajero | El Festival de la Chirimoya en Callahuanca, Perú

Temas
Comentarios cerrados
Inicio