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Parece la Alhambra pero está en Murcia: el balneario con cálidas aguas subterráneas a la que se atribuyen propiedades medicinales

¿Lo más fascinante? pensar que cada baño es posible gracias a un viaje subterráneo de miles de años

Balneario Archena
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Liliana Guerra

Cuando el frío aprieta y el cuerpo pide una pausa, uno de los mejores planes posibles es refugiarse en un balneario. Mejor aún si se encuentra en plena naturaleza, rodeado de palmeras, montañas y, por qué no, el murmullo constante de un río. 

En España tenemos la suerte de contar con muchos lugares como el que acabo de describir, que parecen pensados para bajar el ritmo, respirar hondo y dejar que el tiempo se estire un poco más de lo habitual. Y en el corazón de un valle murciano especialmente fértil y luminoso, existe uno de esos enclaves donde el descanso se convierte en una experiencia casi ritual.

Hablamos del Balneario de Archena, uno de los complejos termales más antiguos y emblemáticos de España, situado en el Valle de Ricote, a orillas del río Segura. Un lugar cuya historia se remonta a más de dos mil años atrás: ya los íberos y, posteriormente, los romanos aprovecharon estas aguas calientes que brotan del subsuelo a más de 50 grados. 

Balneario de Archena, un templo de la relajación desde tiempos romanos

Archena

No es casualidad que este lugar haya estado ligado al cuidado del cuerpo desde tiempos remotos. A lo largo de los siglos, el balneario fue pasando por distintas etapas hasta consolidarse, en el siglo XIX, como un espacio termal moderno, momento en el que se declara oficialmente la utilidad pública de sus aguas por sus beneficios terapéuticos.

Uno de los grandes atractivos del balneario es su arquitectura, que explica por qué muchos visitantes aseguran que recuerda, salvando las distancias, a la Alhambra. El conjunto combina edificios históricos con una marcada influencia neo-mudéjar y neo-nazarí: arcos de herradura, cúpulas, azulejos decorativos, patios interiores y una cuidada simetría que invita a pasear con calma.

El Hotel Termas, uno de los más antiguos del complejo, conserva ese aire palaciego que conecta con la tradición andalusí, mientras que otras zonas incorporan líneas más contemporáneas sin romper la armonía del entorno. Todo ello integrado en un paisaje natural de más de 200.000 metros cuadrados que refuerza la sensación de estar en un oasis.

Las aguas que dan fama al balneario son minero-medicinales, con una composición rica en sales minerales como sodio, calcio y sulfatos. Se les atribuyen propiedades beneficiosas para problemas articulares, musculares, respiratorios y dermatológicos, además de un notable efecto relajante y antiestrés. Por eso, además del uso lúdico, aquí se realizan tratamientos terapéuticos supervisados por profesionales de la salud, lo que ha convertido a Archena en un referente del turismo de bienestar durante todo el año.

Un complejo con todo lo necesario para relajarse (de verdad)

Balneario Archena

Su popularidad se debe precisamente a esa combinación de historia, salud y disfrute. El complejo cuenta con piscinas termales interiores y exteriores, circuitos de contrastes, saunas, baños de vapor, zonas de relajación y un moderno circuito llamado "Balnea" pensado para quienes buscan una experiencia más sensorial. A ello se suman varios hoteles dentro del recinto, lo que permite pasar uno o varios días sin necesidad de salir del entorno.

Llegar hasta aquí es sencillo. El balneario se encuentra a unos 25 kilómetros de la ciudad de Murcia y está bien comunicado por carretera. También es accesible en transporte público, con autobuses que conectan con la capital murciana, y se sitúa a menos de una hora del aeropuerto de Murcia-Corvera, lo que facilita la visita incluso para una escapada corta.

De cara a organizar el viaje, conviene saber que el acceso a las piscinas termales suele rondar los 25–35 euros, dependiendo del día y la temporada, con tarifas especiales entre semana y opciones de bonos o paquetes. Para disfrutar de los tratamientos más completos o alojarse en el recinto, existen ofertas que combinan noche de hotel, circuito termal y desayuno, especialmente atractivas en temporada baja. Es recomendable reservar con antelación, ya que el aforo está controlado y la demanda es alta, sobre todo los fines de semana.

Como apunte final, resulta fascinante pensar que cada baño es el resultado de un viaje subterráneo de miles de años, un lento proceso natural que hoy se traduce en bienestar. A lo largo del tiempo, estas aguas han atraído a viajeros ilustres y anónimos con un mismo propósito: encontrar alivio, calma y equilibrio. Y quizá ahí resida su verdadero valor, no tanto en la historia que se puede contar, sino en la que cada visitante se lleva consigo al marcharse.

Imágenes | Balneario de Archena

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