El Templo Ninja de Kanazawa, o Myōryū-ji en japonés, es un lugar de lo más curioso, perfecto para amantes del escapismo y de los efectos ópticos. También para aquellos que cuando piensen en Japón les venga a la cabeza el oscuro arte de los antiguos ninja.
Este templo está ubicado en el distrito de Teramachi, un poco alejado del centro de la ciudad, así que para llegar allí pillamos un taxi, que no nos costó demasiado.
Si queréis visitar el Templo Ninja, es recomendable que llaméis con antelación al +81 241-0888 y pedir una cita previa. No obstante, si no hay mucha gente te dejan entrar, aunque no les hace mucha gracia que te presentes sin avisar. La entrada cuesta 800 (7,3 euros) y hay turnos que las explicaciones son en inglés.
En el interior no dejan hacer fotos, y la verdad es que es mejor, porque así todo lo que te encuentras te sorprende más. Toda la visita al Templo Ninja es guiada, y no te puedes salir del recorrido que te marcan.
El itinerario está plagado de habitaciones llenas de trampas, escondites, túneles y puertas ocultas. Las sacerdotisas del Myōryū-ji se toman su trabajo muy en serio y lo explican todo con cierta teatralidad, lo cual convierte la experiencia en algo muy divertido y curioso.
El Templo Ninja estaba conectado directamente a través de túneles con el castillo de Kanazawa. Lo utilizaban como entrada secreta y también como lugar seguro en caso de que el templo o el castillo fuera atacado. Animaos a visitar el Templo Ninja de Kanazawa, seguro que pasáis un rato muy entretenido.
Imagen | Pau En Diario del viajero | Japón: Nagamachi, el barrio samurái de Kanazawa, Japón: Museo de Arte Contemporáneo del S.XXI de Kanazawa