Malasia es probablemente uno de los países del Sudeste Asiático que menos tradición de viajes de mochilero tiene si lo comparamos con grandes potencias turísticas como Tailandia o Vietnam. De bien seguro que muchos quedarían asombrados de los infinitos atractivos que tiene y sobretodo que el mito de país caro que lo envuelve es en realidad una gran mentira: Malasia es buena, bonita y barata.
Ya os hemos hablado de lugares como Penang o Kuala Lumpur, pero hoy, vamos a viajar a una pequeña ciudad más al sur, en la costa occidental de la península malaya: Melaca o Melaka, la que presume ser la ciudad en la que toda Malasia converge.
colonial
Esta ciudad fue uno de los principales puertos de todo el Sudeste Asiático y recibió influencias europeas, chinas, indias y por supuesto malayas. Fue así como a lo largo de los siglos, Melaka se convirtió en la ciudad plural y heterogénea que es en la actualidad.
Sus calles son testimonio de esa mezcla de culturas, actualmente hogar de artistas y escritores. Su mezcla de iglesias cristianas de arquitectura holandesa y portuguesa con templos chinos e hindúes hacen de un paseo por la ciudad un recorrido histórico sin igual. Pero además, su gastronomía es tan exquisita como variada: con toda esta mezcla, ¡imaginad que delicias se pueden encontrar en Melaka!
Llegar a Melaka és muy fácil desde Kuala Lumpur o qualquier parte del país. Los autobuses a y desde la capital son muy frecuentes, económicos (aproximadamente 12 ringgits o 2,5 euros) y relativamente cortos en duración (2 horas). Tanto como para hacer una excursión desde Kuala Lumpur como para hacer una parada en el camino entre la capital malaya y Singapur, Melaka no defraudará por su ambiente ecléctico y agradable.
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