Visitar lugares abandonados, explorar hospitales antiguos, adentrarse en edificios en ruinas o recorrer parques de atracciones que cerraron sus puertas al público hace años pueden ser curiosas formas de viajar. Los japoneses denominan a esta práctica haikyo (que traducido sería “ruina”) y llevan practicándolo años. Tiene su encanto.
Los exploradores haikyo disfrutan de la tranquilidad de un lugar abandonado y también de lo excitante que puede ser un lugar que, aunque entrañe peligros, guarda secretos, detalles e historias del pasado. El libro ‘Nippon no haikyo’, publicado en 2007, fue uno de los primeros textos impresos que hacía las veces de guía de viajes de lugares abandonados por Japón, pero también encontramos webs como Haikyo.org que recogen increíbles lugares abandonados. ¿Vemos algunos?
Naru Dreamland, un parque de atracciones abandonado en Japón
Como no podía ser de otra forma, empezamos por Japón. En Nara se edificó en la década de los 60 un parque temático llamado Nara Dreamland, creado a imagen y semejanza del Disneyland de California. Bueno, eso por no decir que era una vergonzante copia barata. Como los parques de la franquicia de Mickey Mouse, Nara Dreamland tenía su propio castillo rosa, una gran montaña rusa, un trenecito que recorría las instalaciones y una calle principal.
Sin embargo, nunca consiguió ser un reclamo de turistas tan grande como los parques de Disney y tras años y años de decadencia, finalmente cerró sus puertas en 2006. Años después, la vegetación está devorando las atracciones y los amantes del haikyo disfrutan explorándolo.
Belchite, el horror de la Guerra Civil
Pero el haikyo también se puede practicar en España, será por ruinas... En la provincia de Zaragoza encontramos un municipio bajo el nombre de Belchite nuevo. El adjetivo con el que fue bautizado este lugar nos da la pista para deducir que hubo un Belchite anterior. Lo que ahora se conoce como Belchite viejo (en la imagen que encabeza el artículo), o las Ruinas Históricas de Belchite corresponden a un pueblo que contaba con casi 4.000 habitantes cuando fue arrasado durante la Guerra Civil Española.
Entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937, las calles de Belchite vivieron una cruenta batalla al ser el lugar tomado por el bando republicano. Se calcula que unas 5.000 personas fallecieron en aquel fatídico episodio. Y aunque en los años siguientes hubo gente viviendo en alguna casa de los restos de Belchite, finalmente Franco mandó construir un pueblo cerca del lugar, Belchite nuevo, con mano de obra de presos republicanos. Belchite viejo quedó en ruinas como testigo del horror de la guerra.
Alquife, el pueblo minero abandonado
En la provincia de Granada está Alquife, un municipio famoso por sus minas de extracción de hierro, las cuales vivieron sus años de esplendor unas décadas atrás y que ahora soportan las inclemencias del tiempo teñidas de rojo.
Junto a las Minas de Alquife se levantó un poblado expresamente para albergar a sus trabajadores, el cual consta de todos los elementos urbanísticos que sus residentes podían necesitar. Allí se encuentran una calle principal donde están la escuela y la capilla, casas de diversa índole (desde las más modestas para los obreros a las señoriales para los altos cargos), así como parques infantiles, un cine o un tren que iba hasta las minas. En la propia zona de extracción aún quedan hoy numerosas máquinas a la intemperie.
Fotos | Luis Villa, Álvaro Onieva