¿Qué necesitan los turistas musulmanes?

¿Qué necesitan los turistas musulmanes?
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Si las grandes ferias sirven para algo es para prestar atención a las tendencias que se muestran, a veces tímidamente. En este caso, leyendo las conclusiones de la reciente ITB (Feria de Turismo de Berlín) encuentro datos muy interesantes en la presentación que hiciera Reem El Shafaki, experta de marketing turístico de una consultora neoyorquina especializada en el mercado musulmán. De su charla extraigo algunos datos que pueden servirnos a nosotros como viajeros y, especialmente, a las empresas de la industria turística que aspiran a dar servicios a los turistas musulmanes.

Algunas consideraciones nos ayudarán a comprender la importancia de este mercado en la industria turística global y por qué cada día nos encontramos con más viajeros musulmanes en aeropuertos, hoteles y por las calles de las ciudades turísticas del mundo. El movimiento de turistas musulmanes ya no se reduce a viajes con objetivo religioso a ciudades como La Meca. Hoy buscan playas, centros de esquí, museos, centros comerciales, parques temáticos, resorts, etc. Se estima que este mercado mueve 126 mil millones de dólares anuales, más que todo el mercado de turistas de Estados Unidos y el doble del de China en la actualidad (fuente). Para el 2020 se estima que llegue a los 196 mil millones.

Un mercado que crece y se amplía cada año, con más de 1.800 millones de musulmanes en el mundo, y que requiere servicios especiales. Entre los que más valoran los viajeros musulmanes están los servicios halal. La palabra significa en árabe “legal” o “permitido”. En la vida diaria "halal" es un término que se usa específicamente en función de alimentos, cosméticos y productos de higiene personal. Este mercado roza ya el billón de euros en transacciones globales ( Halal Journal, November 2010)

halal

La palabra opuesta es haram y es más sencillo saber qué está permitido a partir de lo que se considera haram. Para ello consultamos al Instituto Halal de España, entidad que se encarga de la certificación correspondiente:

  • La carne del animal hallado muerto
  • La sangre
  • La carne de cerdo y jabalí y sus derivados.
  • Aquellos animales sobre los que NO se ha invocado el nombre de Dios, en el momento de su sacrificio.
  • Los animales carnívoros y carroñeros.
  • Las aves con garras.
  • El alcohol, las bebidas alcohólicas, las sustancias nocivas o venenosas y las plantas o bebidas intoxicantes.
  • Ingredientes prodecedentes de animales o productos haram. La gelatina de cerdo.
  • Aditivos, conservantes, colorantes, aromas, etc., que cuenten en su origen de elaboración ingredientes considerados Haram.
  • El interés, las clausulas y especulación abusivas
  • Las apuestas en el juego
  • La pornografia

Los viajeros musulmanes valoran en primer lugar la disponibilidad de servicios halal, mas allá de que como en toda comunidad hay gente más apegada a las costumbres que otras. Por lo que vemos, este tipo de servicios involucra desde el desayuno del hotel y demás servicios gastronómicos, hasta las amenidades que encontramos en la habitación, la atención por parte de guías o incluso, el itinerario de visitas.

En este sentido, algunos destinos están tomando medidas para brindar las mejores condiciones a un mercado apetecible. Nueva Zelandia, por sólo mencionar un ejemplo, ha preparado una guía gastronómica halal y ha dotado al aeropuerto de Christchurch de opciones de comida halal y de un espacio reservado para la oración.

islam

Este es el segundo tema a tener en consideración. Los viajeros musulmanes agradecen tener un espacio en el que los que así lo deseen, puedan realizar sus rezos diarios o salat. Son muchos los aeropuertos en los que podemos encontrar lugares reservados a la oración en sus diversas concepciones, pero en este caso deberían contar con una sala de abluciones y el muro de la qibla debería estar dispuesto perpendicularmente a la línea que conduce a La Meca, sede de la Kaaba.

A veces, un simple detalle de imaginación puede darle al viajero esa atención a sus necesidades especiales. Recuerdo que durante un viaje a Yemen, en la habitación del hotel descubro un pequeño tirador en la mesilla de noche. Al abrirlo encontré un cartelito que señalaba la ubicación de la Meca para que los creyentes pudieran realizar sus rezos correctamente.

Otro tema a tener en cuenta es que suelen preferir servicios diferenciados para las mujeres, sobre todo cuando viajan solas. No es necesario que sean pensados exclusivamente para mujeres musulmanas. Ya hemos visto aquí que algunos hoteles cuentan con habitaciones para mujeres teniendo en cuenta las necesidades específicas de este segmento del mercado. En algunos países musulmanes ya se ofrecen infraestructuras pensadas y diseñadas para ellas, como la isla para turistas femeninas que proyectara Irán (aunque encontramos algunos casos curiosos, como el de una playa para mujeres en Italia).

Con respecto a la hotelería, además de los detalles mencionados de gastronomía y amenidades halal, hay ciertas comodidades que serán bien apreciadas por los huéspedes musulmanes. Una de ellas es contar con un bidet en el baño del cuarto de hotel. Es sabido que los viajeros musulmanes acostumbran lavarse el trasero después de... bueno, ya sabes. En los baños de sus países suelen contar con un bidet o alguna otra forma que les permita lavarse (una manguerita para disponer de un chorro de agua, o incluso un cubo de agua en las instalaciones más humildes) ya que el papel higiénico se utiliza para secarse y no para limpiarse. También se agradecería contar con paquetes de toallitas higiénicas húmedas (como las que se usan para limpiar a los bebés), como una alternativa.

ramadán

Un detalle más que puede ser interesante considerar para atender a estos viajeros, es ofrecer un servicio de comidas y bebidas que se adapte a los requerimientos específicos durante el mes de Ramadán. Los horarios del ayuno marcan esos días y no siempre coinciden con los ofrecidos en un hotel. El horario en que está permitido consumir alimentos es a partir de la puesta del sol y hasta el amanecer, cuando se concentran las comidas para lo cual se preparan menús especiales. Pero ya sabemos que el menú de opciones para comer algo en un hotel más allá de la medianoche, no es muy abundante ya que la cocina no suele estar abierta a esas horas.

Instalaciones libres de alcohol o de juegos de azar, áreas de ocio separadas para mujeres y niños, una actitud amigable hacia los viajeros musulmanes y buenos precios, son algunas de las condiciones que esperan encontrarse aunque saben que actualmente son minoría los destinos que prioricen sus necesidades. Y no solamente en países no musulmanes: Sólo el 20% de los hoteles de Malasia (país predominantemente musulmán) cuentan con instalaciones adaptadas al 100% para este mercado.

De todas estas consideraciones, a nosotros como viajeros nos queda fijarnos en esa actitud amigable que se reclama. Pensando en que la convivencia enriquece y que nuestra experiencia de viaje también puede ser mas provechosa si compartimos servicios con otros viajeros tan curiosos y ávidos por conocer como nosotros.

Foto | Doha News, Ranush, David Masters, I am Rudy En Diario del Viajero | La Meca En Diario del Viajero | Cómo compartir el Ramadán

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