¿Qué le pasa al centro de Viena, que corre peligro como Patrimonio de la Humanidad?
Todos los que conocemos Viena acabamos prendados de su majestuosidad, de ese ambiente mezcla de ciudad moderna de pasado imperial y de su importante patrimonio arquitectónico y cultural, razones suficientes para situar su centro histórico en el listado de Patrimonio de la Humanidad.
A pesar de todo ello, la Unesco ha decidido incluir el área del centro de Viena en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. ¿Y qué motivos han dado para emitir esta voz de alerta? Se podría resumir fácilmente en un término que por desgracia nos suena mucho por estos lares: el ladrillo.
Las razones para considerar el centro histórico de Viena como Patrimonio de la Humanidad están bastante claras. Esta zona de la ciudad de la música alberga una gran variedad de jardines y monumentos arquitectónicos, principalmente palacios barrocos, así como el conjunto de la Ringstrasse, que data de fines del siglo XIX.
Entonces, si no se está cuidando toda esta riqueza, la declaración como Patrimonio corre peligro. Existe un proyecto que prevé edificar varios rascacielos que cambiarán el perfil de Viena, una planificación denominada por la UNESCO "Club de patinaje de Viena-Hotel Intercontinental-Sala de conciertos de Viena".
Este proyecto cuya revisión se hizo pública el pasado mes de diciembre, según el comité de la Unesco atenta contra la protección que pretende enarbolar un sitio patrimonio y acabará teniendo un impacto negativo en el valor universal excepcional del sitio.
Un proyecto urbanístico ya revisado en Viena
Este plan ya ha tenido algunas revisiones, debido a la polémica de su realización tal y como figuraba en principio. Según el proyecto,
Viena tendrá un nuevo y moderno lugar de conferencias, así como una atractiva plaza pública cerca del centro de la ciudad. El proyecto de rediseño revisado será financiado por la ciudad de Viena y las demás partes involucradas en el proyecto: el Club de Patinaje sobre hielo de Viena, Viena Konzerthaus, InterContinental Hotel y WertInvest.
Una de las claves del plan urbanístico señala que el diseño de Isay Weinfeld seleccionado por el jurado internacional se mantendrá en principio, aunque adaptará algunos elementos clave, en concreto la altura de la torre. Esta se reducirá en tres pisos, es decir, diez metros, y la forma del edificio será menos masiva y más elegante que en los planos originales.
También se ha replanteado el complejo hotelero, modificando los materiales exteriores, reubicándolo de su posición original unos cuantos metros y reduciendo su altura. Y es que el tema de la altura de las edificaciones es una cuestión clave en la conservación del patrimonio urbanístico. Pero, a pesar de todas estas modificaciones, parece que a la UNESCO no le basta para considerar que el patrimonio está a salvo.
El casco antiguo de Viena fuera declarado como Patrimonio Mundial en 2001, pero para ello ya tuvo que modificar un proyecto de construcción de una estación de metro cerca del centro. Las obras tuvieron que reducir su altura máxima, dejándola en 62 metros, para no interferir en el perfil arquitectónico y monumental del centro.
¿Significa esto que si finalmente el nuevo proyecto urbanístico sale adelante Viena podría perder su consideración como Patrimonio del Humanidad? Así es, como ya ha pasado en otras ocasiones con diversos lugares.
La Lista del Patrimonio Mundial en Peligro está pensada para informar a la comunidad internacional sobre las amenazas que recaen sobre las características que permitieron la inscripción de un sitio en la Lista del Patrimonio Mundial, para alentar a los Estados a tomar medidas correctivas.
Estas amenazas no solo se refieren a la urbanización excesiva o inapropiada, como en el caso de Viena, sino también a conflictos armados, catástrofes naturales, caza furtiva, contaminación... La mano del hombre, por desgracia, suele estar detrás de estos peligros. En el caso del centro histórico de Viena, ¿se volverán a replantear el proyecto las autoridades en la ciudad? ¿O tendrá más peso "el ladrillo"?
Seguramente, a pesar de estos rascacielos, podremos seguir disfrutando de palacios barrocos y jardines, de las noches animadas en la Plaza del Ayuntamiento, el Palacio Schönbrunn, el Belvedere, la Ópera, la Catedral de San Esteban, la Iglesia de San Carlos Borromeo, el Palacio Imperial Hofburg, un paseo por el Prater, un café junto al Danubio... Pero, ¿no perdería Viena un poco de su encanto clásico?
Sitio Oficial | UNESCO
Fotos | el_ave y Miroslav Petrasko en Flickr-CC
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