El mes pasado os hablé de la excursión al volcán de Nea Kameni, que está situado justo enfrente de la preciosa isla griega de Santorini. Como os expliqué en su día, esta visita se hace en un barco, que antes de regresar a la isla hace una parada para que la gente se relaje en la aguas termales de Pelea Kameni.
El barco se puede pillar en el puerto de Athinios, aunque tras la visita del volcán, no llega ni a atracar en Palea Kameni. Fondea junto a las rojas aguas termales que manan del subsuelo. Y la gente se tira directamente al mar rojizo y caliente.
No obstante, antes de que los bañistas se lancen al agua, el guía advierte de que no se pueden bañar en ellas personas con problemas respiratorios, coronarias o personas que no estén en buena forma.
Todos sabéis que Santorini ha sido una isla con muchísima actividad volcánica. Eso ha provocado que la zona de Palea Kameni tenga aguas termales saladas, lo cual crea unos contrastes de colores muy curiosos.
La verdad es que la zona de Palea Kameni bien vale una parada técnica. El contraste de colores azules, marrones y rojizos es muy curioso, sobre todo, porque se producen en el mar.
A la estampa sumamos los tonos azabaches de las piedras volcánicas, los grises de la arena, el rojo cobre de las aguas termales y la guinda del pastel, formada por el blanco impoluto de una pequeña ermita que hay en la cala.
Una última recomendación por si vais a Santorini y decidís hacer la excursión a las aguas termales de Palea Kameni. Llevaos ropa limpia para cambiaros tras el baño,pues la gente sale sucia por las aguas rojizas y luego de esta excursión todavía queda un buen rato para que el barco atraque en la isla principal.
Imagen | Pau
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