Nueva York es una ciudad cara para alojarse. Cualquiera que haya buscado un hotel bueno-bonito-barato en la Gran Manzana, lo sabe. El costo de una habitación doble sin lujos, nos lleva fácilmente a los tres dígitos.
Sumando dos más dos: el propietario de una casa con jardín en las afueras de New York pensó en sacar provecho de la tormenta de nieve que se avecinaba y sacar unos dólares extra.
Levantó una estructura que, después del paso de la gran tormenta Jonas, se convirtió en un iglú. Y no tardó en ofrecerla en la plataforma de alquiler de alojamiento, Airbnb.
Describió su oferta como un "iglú boutique para dos, construido a mano con materiales naturales" y le puso un precio de 200 dólares por noche. Un poco caro por tratarse de dormir en Brooklyn, pero un verdadero chollo para los buscadores de hoteles exóticos en Nueva York, y más sabiendo que sería una oferta temporal.
Sin embargo, la oportuna iniciativa del Señor Horton (publicista de profesión) duró poco ya que el portal de alojamiento sacó al iglú de su oferta por considerar que, si bien está bien construido, el iglú no tiene los servicios mínimos que exigen para figurar en su web.
Vamos, que por no tener, no tiene ni luz, ni puerta.
Ahora que ya ha desaparecido de Airbnb, es cuestión de tiempo que el iglú también lo haga cuando sus "materiales naturales" (la nieve caída por la tormenta), se derritan por ley natural.
Vía | The Verge
Fotos | Patrick M Horton en Instagram
En Diario del Viajero | Dormir en un verdadero iglú