El ritmo de Bago es frenético. Está tan solo 80 kilómetros al norte de Yangón, pero no siempre se incluye en la típica ruta por Myanmar. Sus calles están invadidas por coches e intenso tráfico durante todo el día pero, entre tanto desorden, escondidos te esperan monasterios y la pagoda más alta del país.
Desde la ventanilla del avión, descendiendo hacia Yangón, entre las nubes, van apareciendo estupas repartidas por todo el paisaje. Estupas que, cuando llegues a Bago, tendrás que buscar entre el caos característico de toda ciudad comercial asiática.
La antigua Pegu -actual Bago- fue capital real durante la Dinastía Taungoo en los siglos XVI y XVII, cuando ésta dominaba Myanmar. En ese tiempo fue un puerto comercial destacado, sin embargo, cuando el río Bago cambió su curso, perdió importancia y la capital pasó a ser Inwa, cerca de Mandalay.
Si vas en tour organizado, puede que tu visita pase por Bago por la mañana y visites algunos de los siguientes lugares de interés, si bien, otra opción es buscar algún motorista que te lleve en un tour alternativo por la tarde.
En el monasterio Kha khat wain kyaung, los jóvenes monjes estudian cada día hasta las 15:00. Llama la atención que estén tan ordenados, repitiendo una y otra vez la misma oración. Por la mañana, a las 10:30 también es posible verlos comiendo en el comedor del monasterio.
No es tan importante para los birmanos como la Pagoda Shwedagon, en Yangón, en cambio, la Pagoda Shwemawdaw, de 114 metros, es la más alta del país. Es posible verla desde muchos puntos de Bago, pero situándote justo debajo impresiona. En el terremoto de 1930 un trozo de la estupa original se fracturó y se desprendió hasta la base de la pagoda, donde ahora permanece incrustado.
Uno de los monasterios más curiosos es el Snake Monastery, donde se venera una enorme boa de 124 años. La serpiente ha permanecido en una sala junto al monasterio desde que un monje, ya fallecido, iniciara la adoración a este animal.
De la sala de ordenación para monjes Maha Kalyani Sima lo más interesante es observar cómo viven los pequeños monjes y juegan entre las columnas del lugar. Cerca, está el Buda Garden, un jardín con figuras de buda sentadas en semicírculo. Y a su lado, la pagoda de cuatro figuras (Four figures Paya).
Entre lo más destacado de Bago está el impresionante buda tumbado Naung Daw Gyi Mya Tha Laung, de más de 70 metros de largo. Aunque, igualmente conocida es la figura de Shwethalyaung Buda, que está encerrada dentro de en un hangar.
Otro lugar que no deberías perderte es la Pagoda Mahazedi, con un diseño muy diferente a las demás y con muy buenas vistas desde el nivel superior. Lamentablemente, hasta aquí solamente tienen permitido el ingreso los hombres.
Como inmejorable cierre a la visita por Bago, puedes acudir para la puesta de sol hasta la Pagoda Hintha Gon, situada encima de una colina. Se aprecia la Pagoda Shwemawdaw y otras estupas, con el sol ocultándose por detrás.
En mitad del recorrido por los lugares antes descritos, si te apetece una pausa entre tanta pagoda, puedes pedir que te lleven a las casas donde se elaboran los cigarros naturales que tanto consumen los birmanos.
Un consejo, si piensas pasar alguna noche en Bago, considera que no hay mucho alojamiento, así que es mejor llegar desde Yangón por la mañana o tratar de reservar por teléfono con antelación.
Fotos | Mar Serrano En Diario del Viajero | Vídeo: dreams of Myanmar. ¡No sueñes más, viaja a Myanmar! En Diario del Viajero | 10 imágenes para descubrir los templos de Bagan, Myanmar