No todos tienen la suerte de viajar con un presupuesto que permita sentarse a la mesa de los mejores restaurantes del destino elegido. Es así que muchos viajeros deben prestar especial atención a la hora de elegir qué comer y dónde.
Pero ello no sólo por cuestiones económicas, sino también de salud. Claro, es que muchas veces no se sabe qué se está comiendo o qué condiciones higiénicas presenta el establecimiento.
De este modo, elaboramos un listados de consejos a la hora de alimentarse durante un viaje. Para hacerlo de forma segura, sana y asequible:
- Preguntarle a los locales es siempre una excelente idea. Son ellos quienes conocen mejor que nadie la oferta gastronómica del lugar y pueden llegar a recomendar sitios económicos pero sabrosos, además de lugares donde probar las exquisiteces locales sin peligro.
- Claro que preguntarle a los locales deja de lado al guía de turismo. Es que, se sabe, muchas veces ellos tienen arreglos con ciertos restaurantes que les entregan un porcentaje por llevarles clientes. Generalmente cuando se viaja en tours los viajeros caen en esta trampa. Pero si antes has averiguado procura “escapar”, comer donde tú desees y volver a reunirte con el grupo a la hora pactada.
- Evita los lugares turísticos. Hay zonas meramente turísticas dentro de los destinos. Zonas preparadas para los viajeros que cuentan, claro, con una gran oferta gastronómica. Pero sabrás que ello también significa pagar mucho más por los platos que allí sirven.
- Procura comer en los sitios donde come la gente del lugar. Mira, recorre y observa. Así te darás cuenta cuáles son los lugares elegidos por los locales para comer. Y entra allí. De seguro los precios serán más asequibles y la comida de mejor calidad. Una buena opción son los centros financieros donde los empleados de las empresas almuerzan a diario, allí seguramente encontrarás promociones con bebida y postre incluídos.
- Intenta descartar a las cadenas internacionales de comidas rápidas. Si bien se tiene la idea de que sus menús son más asequibles, eso es un error. Se trata de comida chatarra y que, en definitiva, es cara.
- Mucho cuidado con los puestos de comida callejera. Pueden llegar a ser tentadores pero las condiciones de higiene no están aseguradas y nadie querrá enfermarse durante un viaje.
- A veces es mejor una expedición al supermercado. Además de ser una experiencia recomendable la de explorar los supermercado extranjeros, es una buena opción para elegir qué comer. Armar sus propios sándwiches, comer frutas y verduras y aprovisionarse para las diferentes etapas del viaje. Otra posibilidad son los mercados al aire libre donde los locales hacen sus compras de productos frescos, de estación y propios de la zona.
- Si pretendes viajar preparado por qué no realizar las averiguaciones antes de llegar a destino. Existen páginas webs y blogs dedicados a ello y, por qué no, aplicaciones con consejos para descargar en los móviles.
Esos son algunos de nuestros consejos. Y tú, gracias a tu experiencia viajera, ¿Qué recomendaciones sugieres a nuestros lectores?
Foto | María Sol Rizzo En Diario del Viajero | Las mejores ciudades donde comer bien, Qué NO comer en Buenos Aires, Comer y beber en Amsterdam, Cuba: qué y dónde comer y beber